Definitivamente, el nuevo orden ha llegado a la Fórmula 1. El Gran Premio de Australia así lo ha confirmado con un podio que se presumía inimaginable hace apenas un mes. El inglés Jenson Button en lo más alto con su Brawn GP y flanqueado por su compañero Rubens Barrichello y por el Totota de Jarno Trulli. Los otrora mandamases quedaron muy lejos. Massa abandonó, Räikkönen quedó decimoquinto y Hamilton logró una meritoria séptima plaza. Fernando Alonso, con problemas durante todo el fin de semana apenas pudo ser octavo, con lo que arañó un punto.
Un último golpe de teatro permitió a la escudería Brawn GP conseguir el doblete con el inglés y con Rubens Barrichello. Con los neumáticos reventados, Sebastian Vettel (Red Bull), chocó con el BMW de Robert Kubica, que pretendía adelantarlo para subir a la segunda plaza del podio. El siniestro, a tres vueltas del final, dejó a ambos contra el muro y sin podio, lo que permitió la alegría de Barrichello en el podio. Hasta allí llegaron los dos en Australia cuando hace un mes estaban en el paro.
El accidente sirvió también para arreglar otras cuestiones que andaban raras durante una carrera que se reveló caótica desde que en la primera curva se montase la primera montonera del año. Eso dejó la clasificación realmente desordenada, con cada uno intentando salvar los muebles mientras Button comenzaba su paseo a la gloria.
Ferrari
Todo fue así hasta el ya citado choque a falta de tres vueltas, el que subió a Trulli (Toyota) al tercer cajón del podio, el que dejó a Lewis Hamilton (McLaren) en la cuarta plaza -magnífica la carrera del británico, que salía decimooctavo- y el que permitió a Fernando Alonso arañar tres puntos con la sexta posición.
El asturiano no se encontró a gusto en ningún momento de la carrera. Ya desde el principio se vio involucrado en un incidente que le relegó a las últimas plazas y ya siempre anduvo a remolque en busca de algún punto. Al final fueron tres, que pueden ser muy importantes según se presenta el Mundial.
Mención aparte merecen los Ferrari, que firmaron una actuación desastrosa. Felipe Massa y Kimi Räikkönen abandonaron en Melbourne y sembraron Albert Park de dudas. El resto son expectativas, las mismas que genera este Mundial del cambio en el que los difusores han ganado la primera batalla al KERS. Malasia, próxima estación.
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