El alero franquicia de los Suns de Phoenix, Amare Stoudemire, no volverá a jugar más en lo que resta de temporada después que los doctores que le operaron del desprendimiento parcial de la retina del ojo derecho así lo determinaran.
Aunque los Suns tenían la esperanza de que Stoudemire podría estar en la fase final si el equipo consiguiese la clasificación para los "playoffs", la última revisión médica mostró que su recuperación no le da para volver a jugar más esta temporada.
"Es muy difícil de explicar a cada uno lo serio que es este tipo de operación", declaró el cirujano especialista Pravin Dugel al periódico "Arizona Republic". "Se trata de una operación mucho más sería y complicada que la que se puede hacer en una rodilla o tobillo", señaló.
Dugel reiteró que el proceso de cicatrización de la herida en el ojo se hace una manera muy lenta y delicada por lo que no tiene que haber ningún tipo de presión para adelantar la curación definitiva.
En principio los especialista, encabezados por Dugel, habían establecido que ocho semanas podría estar recuperado, pero también advirtieron que podía tomar meses, dependiendo de como fuese evolucionando el proceso postoperatorio.
Los doctores también le han aconsejado a Stoudemire que no acuda a los partidos que los Suns disputan en su campo del US Airways, ante el posible peligro que existe de cualquier tipo de contacto involuntario que podría darse.
Stoudemire sufrió la lesión en el ojo derecho el pasado 18 de febrero, cuando los Suns se enfrentaron a Los Ángeles Clippers en el primer partido que el equipo disputó después de haber concluido el Fin de Semana de las Estrellas y de pasar la fecha límite para hacer traspasos dentro de la NBA.
De acuerdo a Dugel, Stoudemire sufrió múltiples desgarros y tenía un largo y traumático desprendimiento de retina con sangre en el ojo derecho cuando los doctores lo operaron. "Ahora sólo es cuestión de tiempo para esperar que su cuerpo reabsorba la sangre", un proceso que, según Dugel, lo está haciendo de forma muy lenta.
Otra nueva operación podría facilitar el proceso, pero también se corre el riesgo de causar una catarata y es lo que quieren evitar los especialistas. Stoudemire ya sufrió también, el pasado mes de octubre, en el mismo ojo, la rotura del iris durante el campo de entrenamiento después que su ex compañero de equipo, el alero francés Boris Diaw, le metió dedo de forma involuntaria.
El jugador no tiene daño en la retina ni en la cornea, pero le aconsejaron que se protegiese los ojos con las gafas de plástico por el resto de su carrera para su seguridad. Sin embargo, Stoudemire después de llevarlas puestas durante siete partidos decidió quitárselas porque no se sentía confortable.
"Sabía que podía correr este riesgo, pero era demasiado incómodo llevar puestas la protección de plástico en la cara", admitió Stoudemire, quien cuando vuelva a la competición sí que tendrá que pensar seriamente en tener que aceptar la recomendación que le hicieron los especialistas.
Antes de lesionarse, en los 53 partidos que disputó con los Suns, fue el máximo encestador después de conseguir promedios de 21,4 puntos y 8,1 rebotes, con 36,8 minutos de acción por encuentro.
Los Suns, que esta noche juegan ante los Rockets de Houston, en el Toyota Center, de la ciudad espacial, tienen marca de 34-27 y ocupan el noveno puesto de la Conferencia Oeste, lo que les deja fuera de la competición de la fase final.
Fuente:As