No habían tenido tiempo los espectadores de sentarse en sus asientos ni tampoco de responder a la protesta organizada por las peñas reclamando respeto al estamento arbitral, cuando Rubén Navarro en la primera acción ofensiva de su equipo se ha adelantado a la defensa blanquiazul y ha marcado el primer gol del partido.
Los donostiarras, tras este tanto encajado en frío, han iniciado un monólogo de fútbol, ya que el Hércules ha cedido totalmente la iniciativa a los locales, pero nuevamente han adolecido de remate y ha sido el equipo alicantino el que en sus contados despliegues ha llevado más peligro a la portería del rival. Una galopada de Mikel Aranburu ha sido la mejor opción para haber empatado el encuentro pero su remate desde 25 metros ha salido algo desviado. El Hércules ha contado en su haber con un tiro alto de Aguilar en este primer período.
Las jugadas a balón parado han sido el principal argumento del equipo de Juan Manuel Lillo para generar inquietud al Hércules, pero la Real ha estado desastrosa en las definiciones y los alicantinos han vivido una primera mitad ciertamente tranquila.
La Real ha empeorado su juego en las segunda parte, facilitando el trabajo de un Hércules muy técnico que únicamente ha tenido que defender el patadón directo en busca de Abreu.
El 0-2 ha sido el producto lógico al buen hacer de unos y el pasotismo de los guipuzcoanos, que parecían no jugarse gran cosa en este partido y que han terminado entregándose cuando Rubén Navarro ha hecho justicia marcando en el minuto 63 el segundo gol de su equipo.
El triple cambio ordenado por Lillo para poner un poco de orden en sus filas ha reactivado el fútbol de los guipuzcoanos, que han podido marcar en una acción individual de Prieto y un disparo de Marcos. Prieto en el minuto 79 ha reflejado en gol esa mejoría.
Fuente:As.com