Cristiano Ronaldo ya ha aparecido tras estar seis días en paradero desconocido. Se encuentra en Cerdeña con su novia española Nereida Gallardo descansando bajo el sol de la bella isla italiana y cerrando por teléfono, junto con su representante Jorge Mendes, los últimos flecos de una estrategia que acabará con el extremo portugués vistiendo la camiseta del Real Madrid. El crack sólo habla con él y a pesar de que tiene el teléfono encendido sólo responde a las llamadas de su agente y de su familia. Ni una más. Ni siquiera las de Alex Ferguson y Carlos Queiroz, que no paran de llamarle y dejarle mensajes de texto en su teléfono móvil.
Tras la eliminación de Portugal en la Eurocopa, Cristiano dio un giro a sus planes más inmediatos y decidió desaparecer en vez operarse de su tobillo, que fue lo que anunció en la zona mixta del estadio St. Jakob-Park de Basilea. De hecho, el Manchester esperaba que el luso fuera a Inglaterra para someterse a la intervención y aprovechar la presencia del jugador para mantener una reunión que pudiera echar para atrás el deseo del jugador de abandonar el Manchester y fichar por el Madrid. Sin embargo, ni fue a Manchester ni se operó y prefirió marcharse de vacaciones, algo que la entidad inglesa ha valorado como el enésimo desplante del portugués con su actual club.
fuente: as