Andrés Iniesta juega de puntillas, como si en lugar de botas calzara zapatos de claqué. Quizás por eso, después de cuatro años de gran servicio en el primer equipo del Barça, algunos aún no se habían dado cuenta de su importancia. Hasta que se lesionó, el martes, contra el Basilea, para dos meses. Desde entonces, una apreciable porción de la hinchada culé vive preocupada: ¿qué será de este equipo sin Iniesta? Será lo que sea, pero será otra cosa.
El primer examinador de este Barça líder es el Valladolid, que encabeza la serie de supuestos rivales asequibles (Recre, Getafe) antes de afrontar a los cuatro jinetes apocalípticos (Sevilla, Valencia, Real Madrid, Villarreal). Pero Pep Guardiola ya ha advertido, en privado y en público, de la dificultad que supondrá el encuentro de esta noche. Su elogio del Valladolid giró en torno a su atrevimiento y la presión en campo contrario, argumentos que José Luis Mendilibar baraja, sin duda, para complicar la vida de su novato colega.
Tras varias semanas de debate en torno a si había perdido sus señas de identidad (la fuerza y la presión arriba que ejercían Llorente y compañía), la goleada al Hércules en la Copa y la remontada ante el Sevilla han devuelto la confianza a Pucela. Para minar el mediocampo, el Valladolid formará con dos en la contención (Medunjanin y Vivar Dorado), y confiará en sorprender arriba con el talento de Sesma y la pegada de Canobbio.
Guardiola no dio pistas sobre cómo piensa cubrir la baja de Iniesta, pero se especula entre Hleb ("se adapta a más posiciones") y Henry ("tiene más profundidad"). En lo que sí se explayó el técnico fue en reclamar la presencia de público. Llegó a decir que con más espectadores el miércoles habrían ganado. Como si el graderío del Camp Nou fuera el de La Bombonera o el de Anfield.
La izquierda.
Lesionado Abidal, el lateral izquierdo debería ser para Sylvinho, pero Guardiola prefiere a Puyol. Xavi y Messi, en el orden que se quiera, seguirán siendo las referencias del Barça. Y Etoo, si está en una noche inspirada. Pero faltará Iniesta. Ahora se darán cuenta de lo que vale.
Valdés se consolida: 200 partidos en Primera
199 partidos en Primera contemplan a Víctor Valdés. Imbatido en 85 partidos, ha cerrado el viejo debate de la portería blaugrana. Suma 176 goles en contra, seis penaltis parados y siete cometidos. Su palmarés también lo sitúa más allá de la crítica: fue el portero menos goleado en la Liga 2004-05, campeón en esa temporada y la siguiente y figura de la final de la Champions 2005-06, en la que el Barça venció al Arsenal (2-1). Valdés es el cuarto portero del Barça por partidos disputados en Primera, tras Zubizarreta (301), Ramallets (288) y Sadurní (247). De los nueve que han jugado cien o más partidos ligueros, tiene el segundo mejor promedio goleador (0,88 goles por partido).
Fuente:As.com