El Barcelona tendrá que arreglárselas entre ocho y diez partidos sin uno de sus jugadores más entonados. Andrés Iniesta visitó ayer el Hospital de Barcelona en compañía de un médico del club y vio confirmado el peor pronóstico para su rotura fibrilar: deberá hacer rehabilitación física entre seis y ocho semanas. El diagnóstico, rotura del septum intramuscular del recto anterior de la pierna derecha, obliga a tomar todas las precauciones, porque sería muy fácil recaer. Si no hay novedades positivas, Iniesta podría despedirse del fútbol hasta el próximo mes de enero.
"Hoy empiezo la recuperación, vamos a ver cómo va. Más o menos la lesión es la que los médicos valoraron el martes. Intentaré recuperarme bien y pronto", dijo un cariacontecido Iniesta. "Parece que el músculo estaba fatigado, y por eso la lesión", comentó. Admitió el centrocampista que no está demasiado bien de ánimo, pero añadió que no va a lamentarse: "No estoy muy bien, pero mirar atrás no sirve de nada. Cuando tenga que volver, lo haré. Lo que me duele es la lesión, los partidos que esté de baja quedan en segundo plano".
El mejor.
Las reacciones de la plantilla blaugrana respecto de la baja de Iniesta son de preocupación, sobre todo a las puertas de la fase liguera en la que el Barça se medirá a sus más directos rivales en la lucha por el título. "Es una desgracia para el equipo", sentenció Xavi Hernández. "Lo necesitamos, porque si en este equipo hay un jugador fuera de serie, ese es él", dijo Samuel Etoo. Para Víctor Valdés, la pérdida de Iniesta "es importante por todo lo que aporta al equipo y por su personalidad en el campo. No es un buen momento para sufrir una lesión".
Desde su afianzamiento en el primer equipo, en la temporada 2004-05, Iniesta sólo se había perdido 14 partidos hasta ahora, con un saldo de siete victorias, cuatro derrotas y tres empates.