Un valor supremo que cultivó Schuster en el Madrid para hacerle campeón de Liga fue el del esfuerzo colectivo, la unidad en el campo y la compostura táctica. Actualmente el equipo está dando los primeros síntomas de perder esa armonía, como se vio en Irún y Almería, lo que ha encendido la alerta amarilla en el club. Más aún ante la visita trascendental mañana de la Juve en Champions, un partido clave en el que los blancos han de luchar como una piña.
Los últimos partidos han dejado imágenes sospechosas de fractura en el trabajo colectivo del Madrid. Raúl, cabizbajo; Higuaín, brazos en alto reclamando pases a Robben; Gago enfadado con Guti; Ramos protestando por los 'marrones' que se come; Pepe dando voleones...
Heinze.
El argentino entró ayer en el asunto en la sala de prensa, metiendo el dedo en la llaga a la vista de sus gestos encrespados en el campo: "Mi actitud con mis compañeros siempre va a quedar en el campo. Puedo discutir con los once, lo que quiero es lo mejor para el equipo. Lamentablemente el fútbol es un deporte de equipo y hay distintas opiniones en el campo, te insultas... pero por mi parte no hay mala intención". Heinze vio en Almería lo que todo el mundo. El Madrid se tambaleó enseguida achuchado por el rival, no luchó con fe, hubo jugadores que se arrugaron y otros hicieron 'su' guerra. El caso más estridente fue el individualismo de Robben, que sacó de quicio a Raúl, Higuaín y a la defensa blanca. Por su enroque con el balón se desperdiciaron contragolpes claros de gol, así como propició ataques del Almería muy peligrosos, al perder la pelota ¡doce veces! Robben es un extremo sensacional, pero lo estropea cuando se olvida de jugar colectivamente.
Algo se resquebraja en la unidad del grupo en el campo. El Madrid no soportó la presión del Real Unión ni del Almería. La inseguridad defensiva es el reflejo de la inconsistencia del equipo completo, que parece meterse en una crisis de identidad. Heinze replica a los de adelante, Cannavaro grita, Casillas pone cara de pocos amigos cuando le vienen en avalancha, Diarra tiene que hacer papeles que no le corresponden, Guti se inhibe, y las guindas las ponen Robben y también Drenthe con sus costumbres de no compartir el balón y elegir mejor la jugada.
Con 'Van Gol' y Pepe.
En esta situación llega la Juve. El Madrid ha de sacar lo mejor de sí mismo. Necesita recuperar la tensión y la unidad del equipo en el campo. Nada de lucimiento individual. Han de recordar la primera media hora de San Petersburgo, donde practicando un brillante juego colectivo arrasaron al Zenit. Jugarán Van Nistelrooy y Pepe, dos hombres veteranos, de raza, que transmitirán tensión y voluntad de sufrimiento.
'Van Gol' parece recuperado de la sinovitis, salvo recaída. Pepe ha superado el doloroso rodillazo en el muslo. Schuster leerá la cartilla a los jugadores para saltar al césped comprometidos, preparados para sufrir y solidarios. Lo de Irún y Almería no puede repetirse.
Fuente:Diario As.com