Joan Laporta no pudo completar uno de los fichajes más sonados del verano de haberse consumado. El presidente del Barcelona pretendía hacerse con los servicios de Cesc Fàbregas, medio catalán del Arsenal, al que el propio mandamás culé no ofreció un contrato profesional el año que tomó el mando del club (2003) y acabó viendo como el centrocampista emigraba a la Premier. Ahora, con el paso de los años, el catalán se ha convertido en una de las grandes atracciones del mercado internacional y Laporta trató de convencer a su entorno para que firmara por los azulgrana.
Según informó ayer Ona FM, el presidente pretendía ofrecer al Arsenal una buena suma de millones por el medio y su compañero Alexander Hleb, con el fin de despistar al socio azulgrana y nunca descubrir cuánto dinero habían pagado por repescar a un canterano criado en La Masía y que ahora triunfa en Inglaterra. En una reunión celebrada antes de la disputa de la Eurocopa, Laporta, el ex vicepresidente Marc Ingla y un tercer ejecutivo no identificado, trataron de convencer al entorno del crack, que acabó renovando su contrato con el Arsenal.
Meditó no contar con Xavi y Guddy
Era tal la obsesión de Laporta por comprar a Cesc que en un momento de la reunión se atrevió a decir que si era necesario se desharía de Eidur Gudjohnsen y Xavi Hernández, a la postre mejor futbolista de la pasada Eurocopa. Cesc tiene la intención de seguir en el Arsenal, aunque en 2010, con Sandro Rosell, todo puede ser posible y podría cambiar de colores.
Fuente:Diario As.com