Una de las mejores cosas de la Fórmula 1 es que genera debate. Y además, como influyen tantos factores, cada punto de vista tiene su parte de verdad. Hay pocas certezas absolutas en la F-1, como en la vida, y una de ellas es que el año pasado McLaren perdió el título mundial en tres carreras. A falta de los grandes premios de Japón, China y Brasil, Hamilton era líder con dos puntos de ventaja sobre Alonso y el tercero, Raikkonen, finalmente campeón del mundo, estaba a trece del británico y a once del ovetense.
La derrota fue muy dolorasa en el equipo McLaren y acabó con la salida de Fernando hacía la felicidad sin resultados de Renault. Pero ahora parecen haber aprendido la lección. Martin Whitmarsh, director deportivo de la escudería analiza las causas de aquel fracaso: "Creo que la debilidad inherente en el equipo y en Lewis el pasado año fue el deseo de querer ganar a toda costa".
Y es que tras el GP de Japón, que acabó con victoria de Hamilton y con Alonso fuera por uno de los mayores accidentes de su carrera, el inglés era líder con 17 puntos sobre Raikkonen. Whitmarsh, al recordar aquello, hace autocrítica, aunque exculpa, como no podía ser de otra manera, a su piloto estrella: "Se puede perdonar a Lewis, un piloto joven. Pero como equipo deberíamos haber sido más disciplinados. Queríamos ganar y apretamos demasiado cuando no lo necesitábamos. Los campeonatos no se ganan así".
En aquel momento los máximos rivales estaban en el mismo equipo, Hamilton y Alonso. Ambos se sentían con posibilidades de ser campeón y estaban en su derecho de defender esa postura. Nadie podía pedir al español, campeón de las dos temporadas anteriores, que trabajase para su novato compañero porque, como se demostró, aún podía haber logrado el tercer título. Y es que si Massa no deja pasar a Raikkonen en Interlagos, en una acción ilegal y carente de moralidad, aunque comprensible desde el punto de vista del equipo, su tercer puesto le hubiera dado el campeonato. Pero antes de Brasil se celebró el GP de China.
En Shanghai, Alonso fue segundo, tras Raikkonen, y Hamilton se quedó en la grava justo antes de llegar a boxes. Pese a todo, a falta de un gran premio, Lewis era líder con cuatro puntos sobre Alonso y Raikkonen estaba a siete, los mismos que el inglés saca ahora, a falta de tres carreras, a Massa. Sin embargo, este año Hamilton no tiene al lado a Fernando. En 2007 se quedó sin título tras perder dos puestos en la salida de Sao Paulo, intentar adelantar al español y apretar el botón equivocado... Resultado: título para Raikkonen.
Ahora parece que ha aprendido a ser más inteligente en la pista. "Es difícil detener los instintos que he desarrollado desde que tenía ocho años. Pero Singapur fue un buen aprendizaje: fui capaz de pensar en el campeonato del mundo. Odio conducir por puntos, pero veo el beneficio de ese enfoque", explica. Lo mejor para él es que tiene otros rivales. No es lo mismo Massa que Raikkonen... y Alonso. No, no es lo mismo.
Fuente:Diario As.com