El presidente de Microsoft, Steve Ballmer, ha dicho lo que realmente piensa sobre el sistema operativo Windows Vista.
El desarrollo de Windows Vista, que en su momento relevó a Windows XP, tomó cinco años, tuvo un coste de seis mil millones de dólares, y resultó en un producto que difícilmente puede considerarse exitoso.
"Emprendimos una tarea demasiado grande y terminamos perdiendo miles de horas de innovación", declaró Ballmer durante una conferencia gerencial de Microsoft.
Citado por el sitio Seattlepi, Ballmer habría agregado que el trabajo de desarrollo no fue realizado de manera satisfactoria y que se produjo una brecha de cinco a seis años sin un nuevo producto; haciendo referencia a la larga espera que tuvieron los usuarios de XP.
El presidente de Microsoft concluyó que la empresa emprendió un trabajo de gran envergadura, que sencillamente la rebasó.
En septiembre de 2009, Microsoft admitió que Windows Vista no había sido "lo suficientemente bueno".
El propio Steve Ballmer había reconocido en 2008, en pleno apogeo de Windows Vista, que éste era un "producto en desarrollo".