Joan Laporta querrá protagonismo hasta el último día de su mandato. Aún sin fijar una fecha para las próximas elecciones (se especula con el mes de abril), el máximo responsable de la entidad dejará una herencia a su sucesor: una plantilla blindada y con cláusulas altísimas, inalcanzables para la mayoría de las entidades, incluido, aparentemente, el Madrid de Florentino.
Después de un 2009 triunfal, en el que se consiguieron los seis títulos en juego, y con el Barça líder de la Liga y en octavos de final de la Copa y de la Champions League, Laporta hizo desfilar en los últimos meses a las piezas que los responsables técnicos y Pep Guardiola consideraban clave para el futuro más próximo en el Camp Nou.
Así, futbolistas como Víctor Valdés, Rafa Márquez, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Leo Messi, Pedro Rodríguez, Touré Yaya y Eric Abidal desfilaron por el despacho presidencial y rubricaron los nuevos documentos. Eso, evidentemente, no acabó de gustar a muchos de los que ahora aspiran a ser precandidatos, ya que consideran que pueden hipotecar el futuro del equipo.
El que debe pasar aún por el despacho es Gerard Piqué, que tiene la cláusula de rescisión más baja del equipo. 50 millones separan al central de poder salir de la institución al internacional o de sentirse tentado a hacerlo, por lo que se apresurarán y después de las Navidades, el zaguero tendrá noticias frescas.
El caso de Puyol, en cambio, es diferente. Si juega el 60 por ciento de los partidos de cada temporada hasta 2013 (año en el que acaba su contrato), su cláusula será de 10 millones de euros; si no fuera así, el capitán tendría la libertad para abandonar la entidad. Se quiere sentir útil y no un sólo levantacopas.
Sin poder renovar a Guardiola
Mientras los jugadores iban ganándose la posibilidad de mejorar sus contratos, el presidente se está quedando con las ganas de renovar el contrato a Pep Guardiola, posiblemente una de las bisagras más importantes de las próximas elecciones. La relación entre Laporta y el entrenador no son las mejores, pese a que el presidente trate de retratarse con él y de ser gracioso a su lado. Pero Guardiola lo tiene claro y sabe que más que lo que logró hasta el día que hoy acaba será complicado de repetir. El que logre la firma de Pep tendrá mucho ganado.
Fuente:As.com