El acuerdo alcanzado el pasado lunes en Lérida entre Agapito Iglesias y Víctor Muñoz saltó ayer por los aires por una frontal diferencia de interpretación sobre la segunda temporada de contrato del técnico aragonés.
A media tarde, el representante de Víctor, Tente Sánchez, aún no daba el acuerdo por perdido: "Las cosas se han paralizado y estamos esperando. Ha habido discrepancias en una serie de cosas, porque hay algunas que son más fáciles para llegar a un acuerdo y otras no tanto".
Víctor exigía un segundo año garantizado o con una indemnización por despido muy alta, siempre que lograse el objetivo de salvar la categoría, y el club quería que esa segunda campaña fuera opcional, con una cláusula de desenganche sensiblemente inferior. Ninguna de las dos partes quiso ceder en las negociaciones y el club decidió confirmar a José Aurelio Gay como entrenador del primer equipo pasadas las 12 de la noche.