Terremoto en el mundo del golf. Tiger Woods, el mejor jugador de todos los tiempos y el deportista mejor pagado del planeta, anunció ayer que abandona, a los 33 años, la práctica profesional del golf durante un tiempo indeterminado.
Las presuntas relaciones extraconyugales de Tiger, destapadas en las últimas semanas tras un extraño accidente de coche, han llevado al número 1 del mundo a tomar la decisión de aparcar su carrera para centrarse en intentar salvar su matrimonio con Elin Nordegren, madre de sus dos hijos, Sam y Charlie.
Mediante un comunicado en su sitio web, Tiger, consciente de "la decepción y el dolor" que su "infidelidad" —palabra que utiliza por primera vez públicamente— ha causado a mucha gente, sobre todo a su esposa y a sus hijos, reitera su profundo arrepentimiento y su voluntad de hacer todo lo posible para intentar reparar las consecuencias de sus deslices, aunque admite: "Es posible que el daño que he causado sea ya irreparable".
Tiger también pide "comprensión" a aficionados, patrocinadores y compañeros y organizadores del circuito de la PGA, y asegura: "Lo más importante en este momento es que mi familia tenga el tiempo, la privacidad y la protección que necesita para recuperarse".