El jeque acepta negociar por Robinho.

Por fin los multimillonarios propietarios del Manchester City atienden a razones y aceptan negociar una posible cesión o traspaso de Robinho en el mercado invernal. Ahora sí el Barça ya puede respirar un poco más tranquilo. La última traba antes de formalizar los contactos quedó solventada y ya sólo es cuestión de que Joan Laporta y Txiki Begiristain hagan valer sus habilidades negociadoras. Por primera vez, todas las partes implicadas en la operación están en sintonía y dispuestas a sellar una de las grandes operaciones para el mes de enero.

Mark Hughes y Garry Cook se salieron con la suya. Técnico y director general del Manchester City se desplazaron hasta Abu Dhabi para rendir visita a los jeques, Mansour y Khaloon al-Mubarak, propietario y presidente, respectivamente, del club inglés. Sobre la mesa varios temas pendientes, pero una cuestión estrella que mantiene en vilo a la cúpula del City desde hace semanas: el futuro de Robinho. Hubo fumata blanca y tanto Hughes como Cook arrancaron el compromiso de los magnates para gestionar la marcha del delantero. El jeque Mansour, reticente al adiós del brasileño, dio su brazo a torcer frente al técnico encargado de liderar el ambicioso proyecto del remodelado City. Y es que el entrenador galés mantiene una excelente relación con ambos accionistas y la buena trayectoria del equipo ha afianzado su imagen y su esquema de trabajo. Por ahora goza de un importante margen de maniobra a la hora de planificar el programa deportivo.

El nuevo escenario apunta al Camp Nou. Robinho, el gran protagonista, Hughes y Txiki trabajan de forma más o menos coordinada para rubricar la cesión o traspaso del futbolista.

Los trabajos previos están encarrilados desde hace semanas y es momento para que Laporta y los jeques pongan manos a la obra en la redacción de todos los documentos pertinentes.

En Inglaterra han surgido las primeras filtraciones desglosando algunos de los detalles del encuentro de Abu Dhabi. Los jeques transigirían en la salida de Robinho aunque en contrapartida exigirían un proyecto solvente y capaz de luchar por la Premier y la Champions en un futuro. La marcha del brasileño al Barça sería el primer paso, aunque Hughes habría insistido en la necesidad de hacer una apuesta brutal en favor de Ribery. El galo encabeza la lista de sus preferencias, pero en la cúpula del City no se tiene claro que el Bayern esté por la labor de gestionar un traspaso millonario. Además, el mercado sigue pendiente de confirmar si el Real Madrid tiene algún derecho firmado sobre el futuro de delantero francés. En segunda instancia, el club también trabaja en la contratación de Benayoun. El jugador del Liverpool es mucho más asequible y Rafa Benítez no pondría excesivas dificultades si la oferta económica es razonable. Un cúmulo de movimientos y especulaciones que favorecen inicialmente al Barça. El mercado está abierto y ya se sabe que si club y futbolista están de acuerdo, la operación es difícil que no salga adelante.

Con el panorama despejado, City y Barça quieren resolver el entramado cuanto antes. Ambos tienen prisa, ya que son conscientes que el mercado no depara muchas alternativas de garantía para dos equipos ambiciosos como ellos. Robinho está contrastado y la Champions le espera con ficha disponible. Por contra, el Manchester necesita despejar dudas en su plantilla para acudir con celeridad a un mercado tan complicado como el inglés.

Es el momento para que Joan Laporta dé un paso al frente y asuma las negociaciones finales cara a cara con los propietarios del City. Todas las opciones están abiertas, aunque existen preferencias. La alternativa de una cesión con opción de compra es la preferida en Can Barça, aunque habrá que amoldarse a ciertas exigencias del club vendedor. Fuentes del club azulgrana no intuyen que la fórmula del aterrizaje en el Camp Nou será el principal problema en el caso de formalizarse el fichaje. Con traspaso cerrado todo quedaría resuelto y de cristalizar una cesión, la simple revalorización de Robinho en el mercado tras su paso por el Barça y, casi con toda seguridad, en el Mundial garantizarían la viabilidad.

Todo sigue abierto a la espera de los movimientos finales. Es el momento para puntualizar detalles y definir la estrategia final a seguir. La cautela se impone y las declaraciones intentando desviar la atención acaparan parte de las entrevistas a técnicos y ejecutivos. Simples maniobras de distracción para buscar la calma y tranquilidad necesarias en las que desarrollar el traspaso final.

Si el Sheikh Mansour y Khaloon al-Mubarak ya lo ven claro, Robinho tiene todos los números para cumplir su sueño y desvincularse de un Manchester City en el que no ha encajado jamás. Ni el fútbol de la Premier ni el carácter de Hughes han sabido explotar las virtudes del brasileño.