Cristiano Ronaldo estará entre tres o cuatro semanas de baja. El parte médico emitido ayer, tras la resonancia magnética que se le realizó, desveló que el extremo sufre una "recaída del esguince grado I-II del ligamento lateral interno del tobillo derecho con inflamación y edema óseo en el astrágalo".
A primera hora de la mañana, la selección portuguesa decidió liberar a Cristiano Ronaldo para que pudiera viajar a la capital de España y se reincorporara de inmediato al Real Madrid. Alrededor de las 11:45 horas, Cristiano Ronaldo, con semblante serio y cojeando, abandonaba el Hotel Marriott de la localidad lusa de Óbidos y se subía al autobús de la selección para dirigirse de inmediato hacia Lisboa. Desde allí ponía rumbo a Madrid por carretera para someterse a una nueva exploración médica ya en suelo español.
En un primer momento, las estimaciones hablaban de entre 10 y 15 días de baja. Incluso, Henrique Jones, jefe médico de la Federación Portuguesa, pronosticaba que Cristiano podría estar recuperado para el partido ante el Milán. "El jugador precisa ahora reposo y el tratamiento adecuado para recuperarse pronto. Creemos que podrá estará listo para el encuentro de la Champions contra el Milán. Todo dependerá de lo que ocurra en los próximos días, pero Cristiano es muy fuerte y creemos que podría llegar a tiempo a ese partido", señalaba Henrique Jones antes de conocer el resultado de la resonancia que se le practicó al futbolista por la tarde.
La lesión le hará perderse a Cristiano entre cinco y siete partidos. Si está tres semanas de baja no podrá jugar tres encuentros de Liga (Valladolid, Sporting y Getafe), tampoco recibirá al Milán ni estará en la Copa en Alcorcón. En el peor escenario (cuatro semanas en el dique seco) Cristiano no iría a San Siro y sería duda en el derbi ante al Atlético. De no estar en el Calderón, la reaparición del luso sería en la vuelta de Copa del Rey (10 de noviembre) o en el primer envite de la decisiva repesca que afrontará Portugal (14 de noviembre).
Precisamente, Cristiano Ronaldo concedió en Portugal a AS sus primeras declaraciones tras la lesión: "Estoy triste porque me encontraba en un buen momento de forma y volver a lesionarme es algo que me deja tocado. No soy el salvador de la patria, pero después de la derrota contra el Sevilla, quería ayudar a mis compañeros del Real Madrid a ganar los próximos partidos".
Molestias. El astro portugués reconoció que el tobillo no estaba totalmente recuperado, a pesar de que en el entrenamiento previo al partido contra Hungría las sensaciones eran buenas: "Me sentía muy bien, pero no estaba al cien por cien, tenía un poquito de molestia. Pero quise esforzarme para ayudar a mi país a ir al Mundial". Cristiano restó importancia a que este nuevo esguince de tobillo se haya producido en el mismo pie del que fue operado el año pasado: "Es una lesión diferente de la que me operé. No tiene nada que ver. Estoy tranquilo porque sé que con las ganas que tengo de recuperarme y el buen trabajo de los fisioterapeutas del Madrid todo va a ir muy bien".
Tranquilo. Y si entre el madridismo el parte médico cayó como un jarro de agua fría, el jugador mandó un mensaje de optimismo: "Trabajaré muy duro para intentar recortar el tiempo de baja, aunque ahora lo importante es recuperarme perfectamente para no volver a tener problemas".
Cristiano ya ha dejado claro su compromiso con el Madrid y con Portugal. Una muestra más es que el miércoles, tras ejercitarse en Valdebebas, quiere viajar a Guimaraes, para asistir al Portugal-Malta que puede dar el pase de los lusos a la repesca. "Pediré permiso al club para que me dejen ir a Guimaraes. Le prometí a Queiroz que estaría allí para festejar la clasificación con mis compañeros y todos los aficionados".
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