Así vive un equipo con la gripe A.

"Beirán me llamó a las cinco y media de la mañana porque le había subido la fiebre", cuenta el médico del Estudiantes, Juanjo Pérez Toledano, hablando de los 'daños colaterales' que él, como hombre al que todos miran desde que cinco de sus jugadores (Suárez, Driessen, Clark, Gabriel y Beirán, que de momento sólo presenta síntomas) están o han estado enfermos de gripe A.
GERMÁN GABRIEL

"Cuando salí a la pista tenía sensación de desorientación"

A pesar de lo contagiosa que es esta gripe, la ACB no creyó conveniente suspender el partido. Así, aunque Carlos Suárez y Yannick Driessen se quedaron en Madrid, sí que jugaron Daniel Clark, Germán Gabriel y Javi Beirán. El malagueño se acababa de recuperar, aunque se pasó dos días con 39,5 de fiebre. "Ha sido horroroso. He debido perder dos kilos y pico. Cuando salí a la pista tenía sensación de desorientación. Pude jugar porque me pincharon un Nolotil. Estoy convaleciente y todavía tengo el estómago mal", declara el jugador con voz de cansancio.

Germán, que apenas jugó siete minutos y al que se notó muy débil, fue el claro ejemplo de lo que le sucedió al Estu. Clark y Beirán tenían mucha mejor pinta; no en vano, el inglés ya hace días que se recuperó y el madrileño sólo presenta síntomas que, visto lo visto, parece que son gripe A.
JUANJO P. TOLEDANO

"Los jugadores no están preocupados por ellos, pero sí por si contagian a sus hijos"

Pero, ¿cómo evitar contagios en un equipo? "No hay manera de hacer una profilaxis en una cancha. ¿Qué hacemos, los ponemos a jugar con máscaras? ¿Los metemos en otro vestuario? Los jugadores no compartieron toallas ni botellas, pero eso lo hacen en todos los partidos. Yo sólo espero que no hayan contagiado a alguien más", dice Pérez Toledano, que llamó al médico del Valencia BC para avisarlo de cómo viajaba su equipo cuando la ACB negó el aplazamiento. Eso sí: Germán Gabriel y Daniel Clark durmieron en habitaciones individuales.

A pesar de que la gripe A no es peligrosa "si no se tiene otra enfermedad" y que los jugadores están tratados con antitérmicos y analgésicos, algo de incertidumbre sí que hay en el equipo. "No están preocupados por ellos, pero algunos tienen hijos. Por ejemplo, Petar Popovic tiene miedo de contagiárselo a su niño", reconoce el médico.

A este brote de gripe A en el equipo se une la extraña dolencia de Iker Iturbe, de baja indefinida. Aunque se cree que tiene la enfermedad de Lyme, contagiada por la picadura de una garrapata, el médico no lo tiene claro: "Es un diagnóstico complicado. Digamos que tenemos el nombre de la enfermedad, pero no el apellido", señala Toledano. Desde luego, no es el comienzo de temporada más afortunado de la historia del Estudiantes.