Cada día que pasa, el presente de Raúl Tamudo como delantero blanquiazul se convierte en pasado. A pasos agigantados y sin un retroceso posible. El ex capitán, tan honrado en el campo como tímido cuando abandona el césped, está cada día más fuera del Espanyol. Se acabó lo que se daba. A las constantes filtraciones y juegos de intereses, Tamudo calibra con seriedad la posibilidad de abandonar la entidad, algo a lo que los responsables ejecutivos del club no le harían feos. Y menos ahora que el debate generacional está tan latente. Es más, tal y como anunció AS hace ya un tiempo, desde los despachos de la dirección deportiva no tienen intención alguna de plantearle una renovación antes del 30 de junio; algo se cuece: Tamudo se va, está decidido.
Por ese motivo, Tomás Durán, agente del futbolista, viajó hasta Barcelona el jueves por la mañana. Aprovechó el apoderado de Tamudo para mantener algunas entrevistas de trabajo y preparar la más importante, la que debía tener con Ramon Planes, director deportivo del club. Entró en el despacho pocos minutos después de las 10:00 y casi una hora después, Durán salía de la Ciudad Deportiva rumbo a Vitoria, donde tiene su despacho. ¿Conclusiones de la charla? Muchas e interesantes.
La primera, y más importante: el club y el entorno del jugador parecen haber llegado a un acuerdo por el que si llega una oferta en el mercado de enero, Tamudo abandonará el Espanyol. Así de claro. Lo único que valdrá es el dinero, claro. Si la propuesta es buena para las dos partes, Tamudo dejará de ser delantero perico al entrar en 2010; si no es así, deberá aguardar hasta el 30 de junio, día en el que finaliza un contrato que años atrás parecía interminable. Al final el tiempo siempre se acaba imponiendo su ley y de la que ni se escapa el emblema del club.
Silencio.
Sigue siendo la respuesta del jugador ante cualquier cuestión que se le plantee. De casa al campo y de ahí, a casa otra vez apenas sin mediar palabra fuera del entorno del vestuario. Es su decisión y se tiene que respetar. Lleva Tamudo mucho tiempo aguantando comentarios gratuitos sobre su manera de ser y su implicación en el Espanyol. "Estoy muy tranquilo", se limita a decir en sus círculos más privados.
Tamudo seguirá luchando por el Espanyol mientras no le digan lo contrario. Su salida sería al extranjero, donde el precio de su baja sería más barato. Además, en el juego de rotaciones de Pochettino, Tamudo, si le respetan las lesiones en las próxima semanas, puede participar en los cinco partidos que le vetarían poder continuar su carrera en nuestro fútbol.
El error.
Lo cometió el club hace un par de veranos, cuando Durán, Tamudo y José Manuel Llaneza (Consejero Delegado del Villarreal) se quedaron aguardando en un hotel de lujo de la Gran Vía (dónde se hospeda ahora el primer equipo en las concentraciones) a que Pedro Tomás, entonces director general ejecutivo del club, llegara y aceptara la propuesta cercana a los once millones de euros que ofrecían los castellonenses. De haberse concretado, Tamudo se hubiera convertido en futbolista de Champions League y posiblemente se hubiera evitado todo el mal momento que le estaán haciendo pasar.
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