El Athletic no tuvo fortuna en el sorteo de dieciseisavos de final de Copa. Fue el único de los siete europeos al que tocó lidiar con un Segunda y, de los que entraban en el bombo, el Rayo era de los más duros. Es un equipo con buena pinta, apellidos ilustres y un campo complicado. Sólo existe un antecedente, una eliminatoria en la campaña 1999-2000, con Luis Fernández y Juande Ramos en los banquillos. Ganó el de Ciudad Real. Un golazo de Luis Cembranos en el minuto 84 de la ida, en San Mamés, fue el único tanto de la eliminatoria. Sólo Joseba Etxeberria y Míchel resisten en vida futbolística de aquello.
El camino hacia una nueva final ha puesto una dura piedra en el camino. El actual subcampeón tendrá que emplearse a fondo en la eliminatoria, que empieza en el Teresa Rivero el 28 de octubre y se resolverá en La Catedral el 10 de noviembre.
Las fechas del emparejamiento dejan el partido de ida entre la visita a Getafe y el cruce contra el Atlético de Madrid en San Mamés. La vuelta será más liviana para los rojiblancos ya que después de recibir a los vallecanos no habrá Liga por un nuevo parón de compromisos internacionales.
El Rayo, quinto clasificado en Liga, ha pasado dos eliminatorias a domicilio, frente a Real (0-2) y Córdoba (0-1). Prueba de la ambición de este equipo son las declaraciones del entrenador rayista, Pepe Mel, tras el sorteo: "Si fuese a un partido, les iría dando el pésame. Lo van a tener difícil, la vuelta es en San Mamés y habrá que pelearlo. Era el equipo que queríamos, sabiendo que ni Madrid ni Barça nos podían tocar. Es un grande de Europa. Si quieren pasar, tendrán que sufrir".
Hay nombres ilustres en el equipo, algunos de ellos con alguna muesca en el fusil contra el Athletic, como Pachón (hat trick con el Getafe), Movilla, autor de exhibiciones en San Mamés, o el eterno zurdo Míchel. Ahí están goleadores como David Aganzo o Rubén Castro, y gente bragada como Ángel, Jofre, Serrano o Cobeño. La cita será especial para los fieles del Teresa Rivero, que este año no han podido ver a su equipo todavía en la Copa ya que las dos eliminatorias que han jugado los franjirrojos han sido a domicilio.
Los Susaeta.
Otra pimienta es el duelo entre primos, los Susaeta. Néstor salió por la puerta de atrás de Lezama, triunfó en el Alcorcón y le fichó el Rayo. Crecido en Zubieta, tendrá ganas de vendetta. Markel dijo ayer que será "una eliminatoria complicada y, en el plano personal, atractiva, me enfrentaré a mi primo Néstor. ¡A ver si gana el pequeño!".
Caparrós valoró el nivel del adversario: "Ya el año pasado, estuvo a las puertas del ascenso y tiene continuidad de jugadores y técnicos. Ha eliminado a un conjunto que también está arriba en Segunda como la Real. Afrontamos la eliminatoria con la ilusión que el Athletic tiene puesta siempre en esta competición".
Para Orbaiz "todos son difíciles, ya lo vivimos en la Copa del año pasado. Empezamos con un rival en teoría más débil, pero sólo en teoría, porque el fútbol nos muestra domingo a domingo lo difícil que es superar a cualquieral". Gurpegi lamentó que la única posibilidad de jugar contra un oponente de Segunda División A tocase al Athletic y no a Villarreal o Valencia. "El Rayo es un equipo fuerte, de los que piensa en el ascenso", dijo el navarro.
El Athletic ya está recabando información del Rayo y hoy le seguirán ante el Villarreal B.
La noche que renovó Luis Fernández
El partido de ida de aquella eliminatoria de la campaña 1999-2000 estuvo cargado de alicientes extradeportivos. En la rueda de prensa postpartido, después de caer derrotado 0-1, el Athletic anunció la renovación de Luis Fernández por una temporada. El anuncio del acuerdo que había alcanzado con Arrate horas antes no quiso dejarse para el día siguiente. Al final, el tarifeño no cumpliría esa ampliación y tuvo que llegar a un acuerdo. Luis Cembranos dedicó su gol a Bolo, que jugaba con los rayistas y no había regresado al Athletic de milagro.
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