Cuando un equipo está plagado de jugadores talentosos como la Sub-20 española da igual que de frente venga una amenazante tuneladora. La calidad se impone, aunque para ello también sea necesario sudar. Esta vez fue Fran Mérida el que hizo de hechicero, liquidando con dos pinceladas de su enorme clase a una Nigeria con ganas de ajetreo. No fue el mejor encuentro de la Selección a nivel de brillantez, aunque hay que destacar la firmeza y conjunción que mostró el bloque de Milla ante un rival bastante más potente que el que se encontró en el debut, la modesta Tahití. Así también se gana en el fútbol y hay que saber combinar todas las variantes disponibles.
Eso parecieron entender también los jugadores, que dejaron tomar la palabra en primera instancia a los nigerianos. Dos buenos disparos lejanos se produjeron en ese tiempo, pero Asenjo demostró que no ha venido a este Mundial sólo para que se dispare la polémica. Qué porterazo.
España no se encontraba cómoda, pese a que se concienció para perfilar poco a poco su estilo. La presión era fuerte en el centro del campo y la idea de probar a la dubitativa defensa nigeriana no se concretó hasta que Mérida, cada vez más suelto, avisó un par de veces para golpear más tarde con una vaselina deliciosa, un toque de maestría. Nigeria era víctima de sus errores atrás, mientras que España daba la sensación de poder aguantar el tipo sin descoserse.
Ni siquiera la entrada del dinámico Ibrahim cambió el marcador, aunque sí el climax. Más vertical en su toma de decisiones, hizo recular unos metros a los españoles, que sin embargo se refugiaron unidos y compactos tras reforzar el mediocampo con Fontàs. La mejor baza nigeriana fue un disparo al larguero de Salami, pero la ventolera amainó, en gran medida por el mayor control que le ofreció Ander al equipo cuando se incorporó al juego. Un penalti sobre él fue el fin de fiesta, pues Fran Mérida lo acarició hacia las redes a lo Panenka para asombro general. Con semejante calidad sufrir no importa.
Mérida
"Me he acordado antes de tirar el penalti del que fallé ante Nigeria en la final Sub-17 de 2007. Me he quitado una espinita. No tenía pensado tirarlo así, pero en el momento se me ha ocurrido y la verdad es que ha salido muy bien".
Milla
"Ha sido un partido dividido en el que hemos sabido sufrir. Quiero dar la enhorabuena a mis jugadores porque enfrente había un gran equipo. No hemos estado a gusto. Mérida ha hecho un partidazo".
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