Grafite, con tres goles, condujo al Wolfsburgo a una victoria clara por 3-1 ante el CSKA Moscú y amargó el debut europeo de Juande Ramos con el conjunto ruso.
El partido empezó con dos equipos con excesivas precauciones. El Wolfsburgo hizo algo más en ataque y tuvo una ocasión clara en los pies de Gentner en el minuto 6. El CSKA fue el que cometió el error cuando una mala entrega de Vasili Beretzusky generó una pérdida de balón en el centro del campo de que el Wolfburgo sacó provecho.
Josué recuperó la pelota y se la dejó al bosnio Misimovic, que le metió un pase en profundidad a Grafite que le ganó la espalda a la defensa contraria y al entrar al área batió sin problemas a Akinfeev.
Con el gol, el Wolfsburgo ganó confianza y, en una jugada curiosa, se vio favorecido por un penalti claro cuando Semberas derribó innecesariamente a Grafite dentro del área. El propio brasileño cobró la pena máxima e hizo el segundo con el que el Wolfsburgo se pudo ir con cierta tranquilidad al descanso.
En la segunda parte, el CSKA se prodigó más ofensivamente desde el comienzo y, pasada la hora de juego, el Wolfsburgo bajó inexplicablemente el ritmo y la concentración y empezó a darle ventajas al contrario.
Los rusos, que habían mostrado poco ofensivamente, empezaron a llegar poco a poco. En el 77 Dzagoev selló el gol del honor de los de Juande.
Confirmado
Con el descuento empezaron los mejores 15 minutos del partido. El CSKA empezó a mostrar, por primera vez a lo largo del compromiso, que podía poner en dificultades al Wolfsburgo y el campeón alemán entendió que la seguridad del triunfo sólo la podía traer el tercer gol y no una disposición defensiva.
Al final, apareció otra vez Grafite para sentenciar en una jugada de área, típica de un goleador, con un giro en el momento preciso y un remate por el único callejón que le dejaba abierta la defensa rusa.
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