Después de sus palabras de la semana pasada, estaba cantado que Robinho acabaría marchándose del Real Madrid. Pero el brasileño, no se va a ir de rositas. Y es que el Real Madrid le va a expedientar con una sanción económica muy fuerte, la máxima sanción contemplada en el régimen interno del club, por las manifestaciones que realizó la semana pasada en las que dejó bien claro su intención de abandonar el Real Madrid para fichar por el Chelsea.
La situación está cada día más enquistada y después de sus palabras es imposible que siga en el Real Madrid. Nunca un futbolista se atrevió a decir lo que manifestó Robinho. La situación es insostenible en el vestuario y en los despachos e incluso está afectando a la vida del futbolista que permanente contacto con su agente, Wagner Ribeiro, que a su vez está en conexión con el Chelsea. Robinho está ansioso por firmar su nuevo contrato con el conjunto londinense y confía en que todo se cierre por unos 40 millones de euros.
Schuster confía hasta última hora en su experiencia (él también fue un jugador rebelde) y en su buena fe para frenar la marcha de Robinho a Stamford Bridge. Sin embargo, después de su órdago queda claro que el jugador se ha liado la manta a la cabeza. El técnico alemán sigue insistiendo en que deberían llegar como mínimo dos jugadores cuando se concrete la venta de Robinho.
Fuente:Marca