El primer sprint de la Vuelta pasó sin opciones para Óscar Freire. "Ha sido una llegada muy desorganizada. A mí me va bien que haya pelea, pero tuve que buscarme la vida solo y no logré ganar una buena posición. Al final estaba mal colocado y desistí. No me la quería jugar en un sprint en el que no tenía demasiadas posibilidades".
El tricampeón mundial tampoco ve más opciones en la etapa de hoy "que es más que probable que termine en un sprint muy parecido". Freire centra su objetivo en la de mañana, en Lieja. "En esa por lo menos hay una cota cerca de meta que puede que seleccione y deje fuera a parte de los sprinters y lanzadores. Eso me puede dar más posibilidades", argumenta el corredor español.
La etapa de hoy es también totalmente plana. La diferencia está en que habrá menos rotondas y las carreteras son más anchas, por regla general. El sprint parece cantado.
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