El GP de Bélgica fue apasionante en la pista. Kimi Raikkonen regresó a la senda de las victorias y Giancarlo Fisichella fue un sensacional segundo. Vettel terminó tercero y se acerca a 19 puntos en el Mundial a Button, que abandonó en la primera vuelta. Fernando Alonso tuvo que retirarse cuando iba tercero después de que un nuevo fallo en boxes de su equipo (con la ayuda de un tapacubos deteriorado) le apartara de un seguro puesto entre los cinco primeros en Spa.
Fuera de la pista, la estrella de Renault también fue protagonista. Ferrari ha lanzado una ofensiva para que reemplace a Massa desde el próximo gran premio en Monza. Sin embargo, resulta complicado que se pueda hacer, porque Flavio Briatore no está dispuesto a liberar su contrato. Domenicali dice que en los próximos días se sabrá qué piloto corre en Monza. Y Marc Gené, su probador y uno de los candidatos, reconoce que en su equipo están buscando un piloto en activo: "Yo sigo preparándome por si me dicen algo a mí. Hay veinte pilotos posibles para Monza y Fernando es una posibilidad. Pero Briatore ya ha dicho que es inviable. Es un rumor que hay en el 'paddock' y que yo también he escuchado".
Al magnate italiano sólo le interesaría la operación si le pagan el dinero suficiente para sacar de BMW a Robert Kubica en las carreras que quedan. El polaco es el preferido para sustituir a Fernando y estaría dispuesto a ser el líder de la escudería francesa en 2010. De culminarse esta compleja operación a tres bandas, Fernando adelantaría su segura llegada para el año próximo y su amigo del kárting, también. Por lo más probable es que no se pueda llevar a cabo. Si no consiguen a Fernando es muy posible que Ferrari decida seguir con Luca Badoer. En la escudería italiana gusta Fisichella, pero no quieren a alguien que pueda llevarse sus secretos a otro equipo en 2010. Tan fuerte es el rumor que 'La Republica' e 'Il Giornale' publicaron que el martes se anunciaría su contratación. A lo que Domenicali replicó: "Absolutamente no".
Al margen de este movimiento de difícil resolución, Alonso se fue de Spa con una profunda decepción. Estaba realizando una carrera memorable y en Renault F1 a nadie se le ocurrió durante 24 vueltas buscar una solución alternativa al tapacubos, que se le enganchó al mecánico cuando puso la nueva rueda delantera izquierda. Tenía asegurado un puesto entre los cinco primeros.
Cuando regresó a pista, después de una detención de 52 segundos que arruinaba su gran premio, decidieron que volviera a boxes para cuidar el motor para Monza. La táctica que habían elegido era poner poca gasolina, salir al ataque con la pista libre y dejar apenas siete u ocho vueltas para los neumáticos blandos. Y todo después de una gran salida en la que pasó de una tacada a cuatro monoplazas. Llegó a tocarse con el Force India de Sutil y eso fue lo que destrozó el tapacubos, costándole un absurdo y desolador abandono.
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