Luca Badoer siempre fue el alma de las fiestas en Madonna di Campiglio. Compañero de chistes de Michael Schumacher, desgarbado galán que coqueteaba con todas y ocasional cantante romántico italiano en el karaoke. Es el eterno probador de Ferrari, aquél en el que no quisieron confiar tras el grave accidente del alemán en 1999 y al que ahora rescatan una década después de su último gran premio con Minardi. Aquel año, un debutante Marc Gené le superó en la pista. El catalán tiene más fresca la F-1, compitió en el gran circo por última vez en 2004 y ganó este año las 24 Horas de Le Mans.
Pero Montezemolo ha preferido agradecerle los servicios prestados al veterano italiano, de 38 años: "Soy el piloto más feliz del mundo. Pilotar para Ferrari en la Fórmula 1 siempre ha sido para mí un sueño. Y no me preocupa mucho este gran premio. Si sólo fuera a correr en Valencia estaría nervioso, pero mientras Felipe esté de baja, el F60 será mío. Este será un gran premio de aprendizaje para mí".
El gran gregario del piloto con mayor palmarés de todos los tiempos saca la cara sobre las dudas que flotan en la F-1 sobre si la ausencia de Schumacher se debe más a una falta de prestaciones que a un problema físico real: "Quiero decir algo sobre Michael, he pasado mucho tiempo con él estos días pasados. Ha trabajado muy duro para volver. Se ha entrenado muchísimo y no tenía otra idea en la cabeza que regresar. Hizo todo lo posible, perdió siete kilos en siete días y estaba realmente apretando al cien por cien. Para él era una especie de sueño volver a pilotar en F-1. Lo echaba de menos. Pero no fue posible por su problema en el cuello. Tengo una óptima relación con él, nos entrenamos juntos. Y fue divertido, porque o corría él, o competía yo".
El flaco y simpático piloto transalpino no cree que la inactividad vaya a pesarle. De hecho, se rebela cuando le preguntan sobre si recuerda cuándo fue su última carrera en el gran circo: "He leído en un periódico que fue en Japón en 1999, hace más o menos diez años. Pero en ese tiempo he rodado 150.000 kilómetros de test con un F-1. Solía cubrir la distancia de dos grandes premios durante cada jornada de pruebas, así que no estoy preocupado por mi preparación para la carrera. He competido antes y tengo mucha experiencia. Estoy en mejor situación que alguien que no lo haya hecho antes. Así que estoy de momento muy tranquilo".
Hace unos días Nicola Larini, uno de sus predecesores en la escudería de Maranello, advirtió de que el problema de Luca puede ser en la salida y a la hora de intentar adelantar y luchar con otros pilotos. A lo que Badoer replicó: "Pues tendré cuidado, pero ya veremos".
"Será como un día de test hasta la calificación"A Badoer le da igual el hecho de ser el primer italiano que pilota para Ferrari en quince años: "Desde que he llegado sólo he intentado aprender el circuito. Para mí todo es nuevo, el parking, los boxes, he reconocido la pista a fondo con mi ingeniero. Me siento sorprendido, pero estoy tranquilo. Hoy será como un día normal de test, porque yo siempre he ido a tope en las pruebas, y no notaré la diferencia hasta que llegue la calificación, que tampoco conozco en su actual formato, y la carrera".
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