El 20 de agosto de 2008 la selecció española de fútbol velaba armas en Copenhague a la espera del que iba a ser su primer partido como campeona de Europa y el estreno de una nueva era, la de Vicente del Bosque en su banquillo. A primera hora de aquella tarde, el encuentro y el estreno del seleccionador dejaron de tener importancia.
Desde Madrid llegaban noticias tremendas del accidente que el avión JK 5022 de Spanair había sufrido en Barajas. El primer homenaje a las 154 víctimas iba a ser el brazalete negro, el minuto de silencio y los tres goles españoles brindados al cielo de Dinamarca.
Aquel día, con un contundente 0-3, Del Bosque inició su caminar como seleccionador español. Hoy se cumple un año de su primer partido y el balance de estos primeros 365 días con el salmantino al frente del español ha rozado el sobresaliente: 16 partidos, 15 victorias, una sola derrota, 41 goles a favor y 8 recibidos. El borrón a ese espléndido camino llegó con la derrota de La Roja en la semifinal de la Copa de las Confederaciones ante Estados Unidos, un tropiezo que nos dejó sin la final ante Brasil y que cortó una racha que ya es historia en el mundo del fútbol.
"Podemos decir que es el único pero que hay desde que llegamos a la selección, pero sigo creyendo que aquel día España hizo un buen partido y no mereció perder", señala Del Bosque cuando analiza con MARCA lo que ha sido su primer año al frente de la selección. España cerró aquel día un ciclo triunfal repleto de marcas históricas: ninguna selección en la historia del fútbol había logrado nunca ganar 15 partidos seguidos y se igualó la marca de Brasil de 35 partidos consecutivos sin perder.
"Eso son los datos objetivos y están ahí. No es que sea para presumir o no, son números que hablan por sí solos. Pero creo que lo más importante es que hemos hecho un cambio dulce, una transición tranquila. Después de un gran éxito, como fue ganar la Eurocopa, no es fácil afrontar un cambio y creo que lo hemos llevado bastante bien y con un gran respeto al pasado", señala un Del Bosque que prolongó las rachas que la selección comenzó a edificar de la mano de Luis Aragonés.
Si la selección ha colocado su nombre en los libros de historia del fútbol, Del Bosque también lo ha hecho. El seleccionador español pulverizó el mejor arranque de un técnico al frente de una selección al sumar 13 triunfos consecutivos. El brasileño Joao Saldanha, entre 1969 y 1970, tenía la anterior mejor marca con nueve victorias hiladas desde su estreno.
A la hora de buscar las mejores prestaciones de la selección en este año, Del Bosque duda, pero después cita tres partidos: “El mejor partido oficial lo hicimos en Bélgica, aunque en Turquía también estuvimos a un alto nivel. En los amistosos con Chile e Inglaterra se hizo muy buen fútbol”. Desde el partido con Dinamarca, Del Bosque ha utilizado a 30 jugadores y ha hecho debutar a 10 futbolistas: Capel, Iraola, Bojan, Fernando Llorente, Piqué, Busquets, Mata, Pablo Hernández, Diego López y Monreal.
En los 16 partidos jugados, Joan Capdevila ha sido el jugador que más minutos ha estado sobre el campo. El lateral izquierdo catalán ha jugado 1.274 minutos de los 1.470 (ante Sudáfrica hubo prórroga en el tercer y cuarto puesto de la Confederaciones). Ningún jugador ha estado presente en los 16 encuentros, pero hay cinco que sólo se han perdido un choque: el propio Capdevila, Xavi, Xabi Alonso, Villa y Santi Cazorla.
Con el debate de si hay que jugar con un punta o dos candente tras el amistoso de Macedonia, Del Bosque tiene argumentos para defender a su pareja de delanteros. Villa ha logrado 13 tantos —primer español que marca en seis partidos seguidos— y Torres seis.
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