Un parcial de 7-0 al inicio del último cuarto acercó a España al milagro (89-91). Pero las dos canastas consecutivas de Pau, seguidas de un triple de Rudy Fernández –soberbio durante todo el encuentro- encontraron la respuesta de una selección de EEUU que, esta vez sí, ha formado un equipo con alma, capaz de solventar la primera situación realmente delicada a la que se enfrentó.
Kobe Bryant, desaparecido durante casi todo el encuentro, se reconcilió con el aro en los minutos finales, anotó dos triples seguidos, el segundo con el añadido de forzar la quinta personal de Rudy, el mejor jugador español sobre la pista.
La selección de Aíto, con Ricky Rubio como único base (Raúl López sólo jugó dos minutos y cinco segundos), no se acomplejó ante la avalancha ofensiva propuesta el conjunto norteamericano, resistió hasta a falta de poco más de dos minutos para el final con un triple de Carlos Jiménez (104-108).
Pero de nuevo resurgió Wade, un tormento en ataque y en defensa, para devolver la tranquilidad a un equipo que recupera su corona olímpica tras ocho años de calvario. Al final, 107-118, la menor ventaja lograda por EEUU en todo el campeonato