La dilatada espera de Jorge Lorenzo tiene de los nervios a medio Mundial. De la resolución de su futuro están expectantes un buen puñado de pilotos y hasta que el piloto de Fiat Yamaha no dé un paso adelante, nadie va a reaccionar. "Y va para largo", repite una y otra vez el mallorquín cuando se le presiona.
Pero la realidad es que la decisión no va a tardar mucho en llegar. Nadie intermediará en el futuro de Lorenzo: de él, y sólo de él, dependerá qué dirección toma su futuro. Y ahora mismo, por extraño que parezca, Ducati ha ganado muchos enteros. Con Yamaha la situación está en stand by y, desde el punto de vista económico, está todo dicho.
En Brno hubo muchas reuniones, sospechas y filtraciones. Incluso algún rumor elevado a la categoría de indiscreción por algún diario italiano, que incluso arrojaba cifras sorprendentes y que justificaba el estrambótico anuncio de HRC, quizás consecuencia de que Jorge ya no contemplaba la opción de irse a Honda.
Lo de Ducati no era un farol. Ducati quiere a Lorenzo. A cualquier precio. Bueno, Ducati y, por encima de ésta, en estrecha colaboración, Phillip Morris, principal avalista de la fábrica de Borgo Panigale (Marlboro siempre asume los elevados costes de fichajes, como ya ha ocurrido en la F1), culpable de querer llevar a Rossi a Ferrari. Y lo quieren cerrar ya, a no más tardar esta misma semana. Pero Jorge aún mantiene sus dudas, por lo que habrá un nuevo acercamiento en estos días y la decisión última podría darse ya en Indianápolis. Para bien o para mal.
Francesco Calvo, director de marketing y publicidad de Phillip Morris para MotoGP y F1, estuvo en la República Checa, algo inusual. Sobre todo, extraordinariamente anormal cuando la estrella del equipo, Casey Stoner, se ausenta alegando problemas físicos irresolubles, al menos de momento.
Calvo mantuvo el pasado domingo una reunión ya entrada la noche, con Livio Suppo, director de Ducati, para hablar seriamente de futuro. Pero, según ha podido saber MARCA, también mantuvo varios encuentros con los responsables de Dorna, quizás para clarificar su posición respecto a Stoner y, cómo no, a Lorenzo (al que ya pretendieron varios años atrás, cuando negociaba con Yamaha).
Marlboro desea a Jorge
Marlboro está enamorada de un hombre como Jorge. "Es un piloto que gusta mucho aquí y sería un bombazo", reconoció a este periódico un miembro del equipo oficial. Y está hastiada de Casey, un hombre al que le asfixia todo lo que rime con mediático o sobreesfuerzos extras de tipo publicitario.
La tabacalera no entiende la falta de compromiso del australiano con los patrocinadores y sabe de su difícil relación con la prensa, aparte de su apatía por todo lo que conlleva el motociclismo cuando no está subido a una moto. Además, empiezan a verlo como un hombre sin carisma, que apenas transmite valores. Para Marlboro, esta situación de vacío con Stoner ha llegado a crispar a la cúpula de la empresa, que ha movido ficha rápido y que ha echado un órdago de dimensiones cataclísmicas.
Lorenzo, al que Marlboro considera un animal publicitario, un chaval con gancho y que entiende el negocio con la misma naturalidad que Valentino Rossi, es la gran baza de Ducati. Por eso está dispuesta a tirar la casa por la ventana con el español.
En Italia se cifró lo que percibiría anualmente Jorge en unos cinco millones de euros (pero podría estar por debajo). La oferta, muy jugosa, no es desproporcionada respecto a la de Yamaha, unos 3,5, aunque sí la consideración de Jorge, que podría convertirse en piloto número 1 de la fábrica, por encima de Stoner, que actualmente tiene una ficha de 2,5 millones de euros.
La oferta, sin embargo, le hace dudar a Lorenzo. Pese a que al español le dan la posibilidad de desarrollar una moto por sí mismo, algo sugerente y que es territorio vedado en Yamaha, donde manda Rossi, también es cierto que dejaría una moto casi perfecta por un potro, tras lo visto, desbocado.
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