El seleccionador y otros tres jugadores son diferentes a los de Pekín · Las circunstancias en las que llegan muchos de los internacionales también han cambiado
Un año, para ser exactos 355 días, es el tiempo que ha pasado desde que la ÑBA jugase el mejor partido de su historia en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín. Desde aquel día muchas cosas han cambiado en el seno de la selección española de baloncesto. A pesar de que en la realidad sólo el seleccionador y tres jugadores hayan cambiado, la forma en la que llegan los jugadores al Eurobasket de Polonia es muy diferente a la manera en que fueron a Pekín.
A los Juegos Olímpicos el combinado nacional iba con la intención de plantar cara a la todopoderosa Estados Unidos y a lograr una medalla, plata o bronce dependiendo de los cruces. A Polonia los chicos de Scariolo lo hacen con una obligación mayúscula, la de ser campeones de Europa sí o sí. Los rivales continentales son los más débiles de los últimos años, muchos de los jugadores importantes de las selecciones no van, y España es la principal y casi única favorita a llevarse el oro. La presión para la ÑBA es ahora mayor, aunque no tanta como la del Eubasket de Madrid.
Gasol: La estrella de los Lakers deberá esperar para poder tocar el balón, su lesión en la mano no le permitirá llegar en el mismo estado de forma que lo hizo en Pekín. Sin embargo, a China fue habiendo perdido una final de la NBA y ahora lo hace con un lustroso anillo en sus manos.
Rudy: El escolta de los Blazers ha cuajado una gran temporada en su primer año en la NBA, se ha convertido en el novato que más triples a anota en su temporada incial en la liga, sin embargo, habrá que ver cuanto queda de ese jugador tan completo que lideraba al DKV.
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