Francia logró una victoria "pequeña" (0-1) ante un rival de poca entidad como las Islas Feroe, en un partido "desangelado" y en el que los galos demostraron que carecen de la forma física por el momento tan temprano de la temporada.
El encuentro sirvió para demostrar que Francia sigue atascada en el campo ofensivo y que las Feroe han progresado en el defensivo; sobre todo cuando se juega en un estadio con tan poco ambiente futbolístico como el Torsvollur de Torshavn.
Gignac, máximo goleador de la pasada liga francesa, fue el autor del gol, el primero en su tercera cita internacional. El jugador del Toulouse fue la sorpresa de la alineación al dejar sentado en el banquillo al madridista Karim Benzema.
Y Domenech no se equivocó, pues Gignac, de 23 años, acertó (m.42) a colar un gol en una media vuelta eficaz cuando el partido amenazaba con irse al descanso sin goles.
Hasta ese momento, Francia no había creado ocasiones claras. Algo ilógico teniendo en cuenta que los vigentes subcampeones del mundo son la novena selección actual y las Feroe ocupan el puesto 163.
Pero Francia no encuentra caminos ofensivos. En los últimos seis partidos llevaba medio gol por encuentro y Domenech no acierta con la receta que desbloquee al equipo.
Incluso el seleccionador tiró de Ribery, un jugador que sale de una lesión y cuyo club, el Bayern de Múnich, había advertido del peligro de hacerle jugar tan pronto. Domenech no se amedrentó y lo puso en el terreno de juego a la hora de partido, como si pretendiera marcar su terreno frente a los dirigentes bávaros.
Su presencia en el terreno no cambió la fisonomía del partido, que siguió siendo un descarado e ineficaz dominio francés.
Gignac había hecho los servicios mínimos y Francia sumó una victoria que le acerca un poco al Mundial de Sudáfrica. La imagen sigue empañada, pero los galos están ahora un poco más cerca de poder defender el subcampeonato conquistado en Alemania.
- Spoiler:
as