El barcelonista Andrés Iniesta, que se está recuperando de una rotura muscular, reinvindicó para su ex compañero Samuel Etoo, ahora en el Inter de Milan, que el FC Barcelona le levante una estatua.
El jugador manchego, una de las piezas fundamentales en el FC Barcelona, sigue sin entrenarse con sus compañeros en la gira americana y está realizando una recuperación acelerada para poder estar apto para el arranque de Liga.
En una entrevista que publica 'La Vanguardia', Iniesta reveló que en el vestuario azulgrana la marcha de Etoo cada uno la vivió a su manera.
"Me muero de ganas por tocar la pelota y hacer un rondo"
"A Samuel hay que recordarlo como lo que ha sido. La historia dice que como delantero hay muy pocos como él desde que el club es club. No sé si hay alguno como él. Lo que sí sé es que el Barça tendría que hacerle una estatua. Samuel ha sido fundamental en los años que ha estado y en los títulos que se han conseguido", solicitó.
El futbolista español se encuentra inmerso en una rutina de trabajo en solitario en los Estados Unidos con los preparadores y recuperadores de la entidad, con los que realiza largas sesiones en el gimnasio. "Me muero de ganas por tocar la pelota y hacer un rondo", señaló.
El jugador cayó lesionado contra el Villarreal el 10 de mayo, cuando se produjo una rotura de dos centímetros en el recto anterior de la pierna derecha, que desató el pánico en el club, debido a que se podría perder la final de la Liga de Campeones.
Iniesta se sometió a un intenso trabajo de recuperación para estar a punto en Roma, donde finalmente jugó la final contra el Manchester United y volvió a ser clave su actuación, aunque recayó en la lesión.
Acerca del riesgo que generaba aquella alineación, debido a que podría recaer, Iniesta tiene claro que la decisión fue correcta.
"Yo tenía que jugar ese partido. Ha pasado y mereció la pena ganar otra Champions. Merecía la pena jugar después del gol de Chelsea. Merecía la pena intentarlo después de que en la primera final, la de París, no fui titular. Quería estar en la final como fuese, y corría un riesgo. Para mí, ganar en Roma tuvo su precio", reconoció.
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