El nuevo Madrid se estrenó en el Bernabéu con una pobre puesta en escena. Los anuncios previos al inicio de la superproducción que arranca a finales de agosto no ilusionaron a nadie, dejando claro que todavía faltan actores para pensar en una obra de arte. Algunos lo vieron desde la grada, otros esperan su contratación.
Los blancos no pasaron del empate contra el conjunto árabe del Al Ittihad, un equipo limitado, que dio la cara en el escaparate que suponía el Bernabéu.
El Madrid de Pellegrini dejó claro que los problemas no se arreglan en un día o por aparición divina. El equipo tiene otra filosofía, la de querer el balón e interpretar los partidos desde el buen gusto por el cuero, pero plasmarlo es otra historia.
La paciencia será necesaria para un equipo que no pueder perder de la noche al día sensaciones negativas. Sneijder destacó por encima de protagonistas iniciales. El holandés, activo y eléctrico, quiere jugar en este Madrid. La otra sonrisa de la noche la sacó Granero, debutante en su regreso a la casa de sus padres.
Cristiano Ronaldo y Benzema se estrenaron de blanco en el Bernabéu. Cumplieron, sin más. El portugués apareció por las dos bandas con mucho ruido y pocas nueces, aunque dejó un zurdazo envenenado ilusionante al filo del descanso. Recibió de Benzema y apostó por el primero, pero se topó con Zaid, cancerbero visitante.
El Madrid espabiló en esos últimos minutos después de una primera mitad adormilada. La hora del partido se instaló en los músculos de un Madrid con graves defectos. La defensa suspendió un examen que suponía cómodo. Drenthe y Torres, en los laterales, se llevaron la peor parte.
Aviso del '7'
Garay jugó sus primeros 45 minutos con la camiseta madridista en el Bernabéu, siendo sustituido en el descanso por el canterano Agus. En esa segunda mitad se presentó al Bernabéu un joven conocido, Raúl, capitán y bandera. El '7' recibió un pase de Benzema dentro del área y acabó haciendo diana. Se revolvió, la enchufó con la derecha y mandó un aviso de permanencia.
Poco después empató el Al Ittihad. El tanto surgió a balón parado. Aboucherouane le ganó la partida a Gago y se marcó un cabezazo perfecto que entró por la escuadra. A Dudek sólo le quedó guiar la dirección del testarazo con la mirada.
Tras el empate, Pellegrini movió fichas. Guti, Robben e Higuaín entraron en escena por Gago, CR9 y Benzema. No cambió el Madrid, al que le entró el sueño pasada la media noche. Granero intentó empujar con un trallazo desde su casa que repelió el larguero y los árabes, descarados gracias al Madrid, perdonaron el golpe en el Bernabéu en un par de ocasiones. Pitó el árbitro y sonó el despertador para el Madrid.
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