Karim Benzema no tuvo lugar al respiro en su primer día en Madrid. El flamante último fichaje blanco pasó ayer por el ritual ya habitual en las presentaciones de los cracks blancos, y al igual que Cristiano y Kaká, también despertó su cuota de expectación mediática (quince cámaras de televisión le esperaron en Barajas) y entre los aficionados madridistas, que se acercaron a recibirle en buen número al reconocimiento médico...
Benzema aterrizó en Madrid con puntualidad británica, a las 10:31 horas, aunque no salió por la sala 6 de la Terminal 2 hasta media hora más tarde. El internacional francés de origen argelino apareció con un look rapero (camiseta y vaqueros sueltos, deportivas de baloncesto, enormes gafas de sol) y rodeado de sus dos escuderos de confianza, uno de sus hermanos y Karim Djaziri, su representante. Nada más pisar la capital empezó a recibir el calor de algunos madridistas y de un compatriota, que le lanzó un '¡Bienvenue a l'Espagne!' ("¡Bienvenido a España!") que se encontró con la sonrisa complice del delantero.
En el trayecto hasta el coche, Benzema se mostró tímido ante los medios de comunicación pero, eso sí, dejó claro que para él su llegada al Madrid "es algo fantástico".
La siguiente parada en el día frenético del francés fue el hotel Mirasierra Suites, donde estará alojado hasta que encuentre casa en la capital. En el hall se llevó una sorpresa: Manuel Pellegrini. El chileno pudo departir unos minutos con su nuevo jugador, algo que por cierto no pudo hacer con Kaká y Albiol al estar de vacaciones en su país cuando fueron presentados.
Cercano.
Una vez tomado algo de aire, Benzema se marchó al reconocimiento médico oficial (ya pasó otro exhaustivo en Lyon el pasado viernes). Benzema llegó al Hospital Sanitas La Moraleja a las 12:15 minutos y allí empezó a ejercer como nuevo ídolo madridista. Se saltó el estricto protocolo para acercarse a los cuarenta aficionados que aguardaban a las puertas y firmar rápidamente sus primeros autógrafos...
Apenas veinticinco minutos después, y una vez cumplido el trámite médico, la comitiva puso rumbo al Bernabéu. El internacional bleu llegó a las 13:05 horas al coliseo blanco y comenzó a 'empaparse' de madridismo antes de su puesta de largo posterior: primero conoció al que será su estadio hasta 2015, saludó a los empleados del club y después almorzó en el Puerta 57 con dos ex jugadores que le dieron sus primeros consejos, Miguel Pardeza y Emilio Butragueño.
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