Alas 20:40 horas en la Pista 1 de Wimbledon caían la noche y el quinto set. Entre sombras y tensión, Fernando González y Juan Carlos Ferrero discutían por todo. A esas alturas, Ferrero había negociado una decena de puntos de break contra su servicio: salvó ocho. Y tres de esos rescates, en la manga definitiva.
El All England había cerrado el techo de la Central, a la espera de que el tremendo bombardero chileno y el fibroso gladiador valenciano se hartaran de tirotear a las sombras errantes en la oscuridad de la Pista 1. Sirviendo como un desesperado, González había ganado el primer set (6-4). Manejando el bisturí en los puntos importantes, Ferrero abrió brecha en los sets segundo y tercero: 7-5, 6-4. Apedreando con derechas invertidas de dentro afuera, González rompió de salida en el cuarto, tras romper la raqueta al final del tercero, y llevó el combate al set final.
Quinto set: con el público enardecido, Ferrero, salvó tres bolas de break, juegos primero y tercero. González servía bombas, pero Ferrero resistía: siempre. Y, como resistir es vencer, Ferrero tuvo la bola de partido tras dos derechas maravillosas, dos gemas del campeón de Roland Garros 2003, que atontaron la mano de piedra y la vendada rodilla de González.
Match point.
Eran las 20: 40 horas, Pista 1 del All England. Sombras. 30-40: match point, Ferrero. Y doble falta de González, harto de disparar a ese muro fibroso que jamás cae. Aunque González sumó más puntos (153-148), Ferrero se une a Verdasco en octavos. Ahí le aguarda Gilles Simon, ese asesino silencioso: nunca se han enfrentado. "Fue bastante inolvidable, bastante increíble", resumió Ferrero. Fue parar, templar y mandar ante una mano de piedra. En el tenis y en la vida, resistir es ganar.
Ferrer, Suárez y Medina, adiós
David Ferrer cayó ante Stepanek en cinco sets. Una doble falta decisiva facilitó al checo el punto de partido. Carla Suárez nada pudo hacer ante Venus Williams (6-0 y 6-4) y Wozniacki apeó a Anabel Medina con un doble 6-2.
Oudin y Lisicki, la nueva ola
La estadounidense Melanie Oudin (17 años) y la alemana Sabine Lisicki (19) dieron el golpe al apear a Jelena Jankovic y Sveta Kuznetsova. Lisicki es entrenada por su padre, Richard. Oudin, por el surafricano Stafford.
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