El Real Zaragoza y Ander Herrera están a un paso de certificar su matrimonio para la próxima temporada y más allá. Antonio Prieto, director deportivo in pectore del club, y Arturo Canales, representante del futbolista, alcanzaron un principio de acuerdo en la noche del martes sobre el primer contrato profesional de Ander: cuatro años de duración a razón de 350.000 euros más objetivos por temporada.
La primera y única reunión había tenido lugar el pasado lunes por la tarde, cuando el Zaragoza puso sobre la mesa a Ander el contrato tipo para los jugadores que suben del filial (100.000 euros anuales), propuesta que fue rechazada por su agente al considerar que la calidad y la proyección de Ander son excepcionales.
Además, el club maño estuvo al tanto en todo momento de que el Athletic quería hacerse con los servicios del futbolista, al que tentaron con cerca de 500.000 euros de salario anual para un contrato que podía oscilar entre los cinco y los seis años. El jugador, a través de su representante, fue franco con el Zaragoza. Reconocieron que había llamada del Athletic, pero también aseguraron que la primera opción del futbolista no era otra que mantenerse en la disciplina del club aragonés.
Inmediato.
Ambas partes se dieron un tiempo de reflexión y se emplazaron para la próxima semana, pero el acecho del Athletic inquietó al Zaragoza, que movió ficha poco más de 24 horas después.
La nueva oferta sí satisface al agente de Ander, que da por hecha su continuidad en La Romareda. Las bases están sentadas: cuatro años y 350.000 euros. Sólo falta limar diferencias en cuanto a los bonus que percibirá por partido jugado y por otro tipo de premios colectivos y personales.
El jugador recibió la noticia de su continuidad en la concentración de la Selección española que tomará parte en los Juegos del Mediterráneo. La acogió con satisfacción. En diciembre pudo haber sido del Athletic, pero el club rojiblanco no se atrevió a pagar los cuatro millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión porque entonces su techo competitivo era el filial zaragocista, en Tercera División.
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