Lorenzo también persigue su triplete

La decoración especial que lucen en este gran premio la Yamaha y el traje de batalla de Jorge Lorenzo está inspirada en el triplete de títulos logrado por el Barcelona este año. Llegado el momento clave del fin de semana, el mallorquín espera ahora que esos colores le acompañen en la conquista de su particular triplete. Persigue el de victorias de este año, porque ya ganó en Japón y Francia, y después de certificar ayer el de las poles. Buen presagio.

Su registro fue sólo 13 milésimas de segundo mejor que el de Valentino Rossi, pero lo suficiente para afrontar la carrera por tercera vez en lo que va de temporada desde el primer puesto de la parrilla.

Su mejor crono llegó casualmente en la misma vuelta en la que Dani Pedrosa sufría una caída. Fue en la curva Repsol, lo que ya es mala pata, y como suele ocurrir en estos casos, se golpeó en la zona lesionada, el flanco derecho. Todo quedó en un susto después de una pasada de frenada y fue él mismo el que optó por tirar la Honda al suelo al ver que se acercaba al muro. Pese a ello, habrá que seguir sus pasos en una carrera a la que comparecerá desde la octava plaza, e infiltrado en el glúteo derecho para adormecer el dolor. Al catalán le anima recordar que ya ganó el año pasado en este circuito, en una de sus clásicas escapadas, pero también sabe que esta vez lo tendrá más difícil porque Lorenzo y Rossi, con permiso de Stoner, que saldrá tercero, están un paso por delante.

Los dos pilotos del Fiat Yamaha tienen ganas de medirse en la pista en un cuerpo a cuerpo hasta el final de la carrera. En el box de ambos son conscientes de ello y quizá debieran reforzar el muro que les separa antes de que empiece una guerra que promete ser cruenta.

Mientras Daniele Romagnoli, jefe de equipo de Lorenzo, advierte de que "son dos pilotos inteligentes y saben que, aunque no hay órdenes de equipo, Yamaha quiere una pelea limpia entre ambos", Rossi tiene claro que, si hace falta, le tratará con tanta contundencia como a Stoner en Laguna Seca: "Estamos sólo en la sexta carrera, pero está claro que si hay que chocarse un poco, se choca y no pasa nada. Creo que Yamaha sabe que ése es el precio que ha de pagar por tener dos pilotos punteros en sus filas".

En el box de Lorenzo saben que es muy difícil brindarle a su piloto una fórmula mágica con la que batir al italiano en caso de un duelo al sol entre ambos. Lo que hacen es confiar ciegamente en Lorenzo y, antes de la carrera, Ramón Forcada, su jefe de mecánicos, le recordará cuál es su mayor virtud para combatir contra El Doctor: "Jorge no se achica en un cuerpo a cuerpo, pero su ritmo es un pelín mejor que el de Valentino y lo ideal sería que intentara marcharse. En caso contrario, el objetivo ha de ser estar siempre delante, para intentar llevarle con el gancho en el cuello y sin permitirle que esté pegado a su rueda, obligarle a que vaya unos metros por detrás. Si se le pega, no hay estrategia que valga y ganará el más fuerte". Nadie se lo debería perder...

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