Pasillo trampa en Riazor para el Barça del triplete

El Barça llega a Riazor embriagado de éxito tras un mes en el que las celebraciones han ido creciendo a ritmo de triunfos. Canaletas explotó con el 2-6 del Bernabéu, alucinó con Iniesta en Stamford Bridge, reventó con la Copa, se relamió con la Liga y tocó el cielo con la Champions.

Los de Guardiola despiden la mejor temporada de su historia en Riazor con el triplete como corona a su reinado. Sobre el césped le espera el pasillo de honor de un Deportivo que homenajeará a los campeones. Eso sí, la fiesta tiene trampa, porque los de Lotina pasarán de la amabilidad al mordisco en cuanto comience a rodar el balón. Y es que el Deportivo todavía tiene una posibilidad de pisar Europa, y la exprimirá. Para llegar a UEFA deben ganar al Barça y que el Athletic haga lo propio en Mestalla. La presencia de Caparrós, el antecesor en el banquillo de Lotina, debería animar, pero lo cierto es que en A Coruña las sospechas sobre el utrerano ganan de largo a las esperanzas.

Desde el alirón de la Liga, Guardiola utiliza una mezcla de suplentes y jóvenes canteranos con corazón, pero vienen de perder con Mallorca y Osasuna. La diáspora en Riazor será todavía mayor. Etoo ya piensa en Camerún y da por perdido su pulso con Diego Forl Abidal, ausente de las dos finales por sanción, repite hoy por el mismo motivo; Iniesta está lesionado; los titulares que barrieron al Manchester se repartirán esta noche entre el banquillo y la grada. El Barça será tan irreconocible que ni Guardiola estará hoy en el banquillo. El técnico, expulsado ante Osasuna, verá desde las alturas del palco el último acto de su gran obra.

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