Carlos: "Es mi última ocasión de hacer algo más".
En el año 79 la lava del Vesubio sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano. El volcán sigue en activo y tres millones de personas viven en su devastador radio de acción. Hasta su cima van a subir hoy los ciclistas de este Giro para decidir sus diferencias antes de la contrarreloj.
"Es mi última ocasión de hacer algo más en este Giro", dice Carlos Sastre. Su objetivo es subirse al podio, pero lo tiene muy difícil. Basso está a sólo dos segundos, pero Pellizotti le saca minuto y medio.
Y tampoco es una etapa larga y dura de las que le gustan al abulense de Leganés. Sólo 164 km y la lucha se limitará a la ascensión final: 13 km al 7,4%. Seguro que lo intentará, contrariamente a lo habitual, con los años Sastre se muestra cada vez más valiente. Pero el terreno de juego tampoco es incómodo para sus rivales.
Quienes además también tienen que disparar sus penúltimos cartuchos en esta ascensión: Di Luca, Pellizotti y Basso estarán más pendientes de cómo atacar a Menchov que de defenderse de Sastre.
Y tampoco parece que vayan a tener mucho éxito. El ruso afincado en Pamplona es, sin duda, el más fuerte de la carrera. No tiene equipo para ayudarle, pero cuando se queda solo en las montañas se maneja con tanta serenidad como eficacia.
El mayor peligro para Menchov llega desde Viena (Austria), de la investigación sobre un laboratorio especializado en transfusiones de sangre. Denis ya negó su implicación en 2008, pero justo ahora vuelve a salir. "No sé nada de ese asunto, pero estoy a plena disposición del que me necesite".
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