Sordo se hunde por una rotura

Las estrategias han protagonizado la primera etapa del Rally de Cerdeña. Tanto se limpia el piso con el paso de los coches, que los principales protagonistas lucharon por ser los mejores estrategas y no por el liderato, que acabó en manos del finlandés de Ford, Jari Matti Latvala. Dani Sordo se hundió y acabó octavo en la general.

El español levantó las sospechas de sus rivales cuando en el primer tramo penalizaba treinta segundos por supuestos problemas de turbo, que casi nadie se creyó. Así conseguía que Mikko Hirvonen le adelantara. Pero, posteriormente, rompía la suspensión al tocar con una piedra y una nueva penalización que le dejaban octavo. Una pena, porque hizo buenos tiempos y ahora está a más de minuto y medio de la cabeza, una diferencia que le resultará muy difícil de recuperar, a pesar de que saldrá en la posición ideal para poder atacar.

En la guerra de estrategias entre Loeb e Hirvonen, esta vez fue superior el galo, ya que se paró diez segundos antes de la meta del último tramo y consiguió que en la segunda etapa los dos Ford salgan por delante y sean los que más limpian los caminos de suciedad. Vergonzoso.

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