La pelea entre Audiovisual Sport y Mediapro dejará sin fútbol televisado a la región.
O mucho cambia el panorama en las próximas semanas o los aficionados del Racing se quedarán con un palmo de narices y sin ver el encuentro que dispute el equipo en Huelva, ante el Recreativo. Al menos, habrá que confiar en que la gente de López Muñiz ate la permanencia este domingo en casa frente al Valladolid, porque si retrasa el minialirón a la siguiente jornada, lo más probable es que el lío de las televisiones vuelva a pasar factura a la región, como ha sucedido en los partidos contra el Athletic y el Málaga.
Lo de la 'guerra del fútbol' entre Mediapro y Audiovisual Sport, un asunto que encuentra mejor encaje en las páginas de Economía que en las de Deportes, huele ya a viejo y da bastante pereza, pero el hecho de que los racinguistas se hayan quedado sin ver los dos últimos partidos que el equipo ha jugado fuera, y la alta probabilidad de que vuelva a ocurrir lo mismo con el próximo, obligan a un repaso.
El presidente del Racing, Francisco Pernía, es uno de los que más se desesperan, hasta el punto de decir que «entre todos estamos matando el fútbol». «En cualquier foro donde tengo la oportunidad de hablar, siempre reivindico lo mismo: los líos entre operadores televisivos, que los lleven al juzgado, pero, mientras, que atiendan las necesidades de los clubes, porque tenemos los problemas que tenemos».
En resumen, el problema gira en torno a la pelea encarnizada que mantienen estas dos plataformas televisivas por los derechos para emitir el fútbol -cada una de ellas defiende que es suyo- que, entre cuchillada y cuchillada acaban apuñalando a los espectadores y a los clubes.
El inicio
Todo empezó el 4 de mayo de 2006, en la era Huerta, cuando el Racing firmó con Mediapro el contrato de televisión, con una vigencia de cinco temporadas (hasta la 2010/11), por el que el club recibiría cada año 10,6 millones, a los que se añadiría otro milloncete más por la 'U' televisiva (los paneles publicitarios que enmarcan el terreno de juego).
El 24 de agosto de ese mismo año comienza el enredo, cuando Mediapro comunica al Racing que ha cedido sus derechos de explotación televisiva a Audiovisual Sport, que será la encargada de pagar lo pactado, mientras que Mediapro retiene la explotación de la 'U'.
La primera temporada transcurre sin pegas, pero a la segunda, Mediapro y Audiovisual Sport comienzan a darse las primeras bofetadas, y los cámaras de depende qué televisiones comienzan a ir a los campos de fútbol con el mismo ánimo con que un chaval va a una discoteca hortera, sin saber si le van a dejar entrar o no. Esto, dicho así, parece poco serio, pero a ver quién explica mejor que cada viernes, cuando el Racing juega en casa, se repita la misma ceremonia y se plante en El Sardinero una muchacha, acompañada por el correspondiente notario, para preguntar si Mediapro va a poder entrar y que, cada viernes, los representantes del Racing se pongan a silbar hasta que se marchan. Si se cambiasen los protagonistas por una sultana y un efrit, tendríamos casi un cuento de 'Las mil y una noches'.
El caso es que, cuando estalló la guerra, ambas empresas exigieron al Racing que impidiese el acceso a los rivales, y el club, para curarse en salud, pidió un estudio del contrato y un dictamen jurídico, que determinaron que 'el bueno' era Audiovisual Sport, de modo que Mediapro se quedaba fuera.
Dos bandos
De la misma forma que el Racing está con Audiovisual, otros clubes, los englobados en el llamado G 30, apuestan por Mediapro, que alcanzó un acuerdo a través de esta asociación. ¿Una diferencia? Pues que los partidos de Audiovisual Sport se pueden ver en todo el país y los de Mediapro, no. Mediapro dispone de La Sexta, para ofrecerlos 'en abierto', y de otros canalillos (Hogar 10, Gol TV,...) con una cobertura algo más cutre. Un ejemplo: ni siquiera en Málaga pudo verse el Málaga-Racing. Por eso, si no programan el Recreativo-Racing en La Sexta, no se verá en la región.
Y, ¿a quién perjudica este lío? Pues aquí pagan todos. Primero, las plataformas, porque están perdiendo millones de euros como una cosa tonta; después, los clubes, que con el jaleo dejan de ingresar otro montón de dinero -Mediapro debe al Racing dos millones por la 'U', pero no se los abona como castigo por no deja entrar a sus cámaras-, y, al final de todo, los aficionados, que cada cierto tiempo tienen que resignarse a no ver el partido de su equipo ni pagando.
Soluciones
¿Que si se solucionará? Probablemente, pero sólo porque perro no come perro. Audiovisual Sport y Mediapro acabarán llegando a un acuerdo por las buenas o por las malas a lo largo de la próxima temporada o se desangrarán con sus denuncias cruzadas. y ya se sabe que el dinero manda.
Pero ya se sabe que esto es triste consuelo para quien quiera enterarse de qué pasa en Huelva con el Racing y no con los millones de uno y otro. En ese caso, el mejor consejo es hacerse unas palomitas al microondas, abrir una cerveza y sintonizar Punto Radio.
Fuente: El Diario Montañes