El Real Zaragoza se llevó el duelo aragonés contra la Sociedad Deportiva Huesca (0-1) en un partido con poco juego pero con emoción por lo incierto del resultado y que cayó del lado del equipo que más lo necesitaba.
Con el triunfo, el conjunto maño mantiene su lucha por el ascenso mientras que al oscense le resta una oportunidad para asegurarse definitivamente la salvación que, aún así, tiene bastante cerca.
La primera parte fue muy igualada, con tan solo una ocasión para cada uno de los contendientes. El visitante Javier Arizmendi, en el minuto 12, tuvo la primera, ya que se plantó delante del meta del Huesca, Miguel Martínez, que desbarató la acción, mientras que su equipo la tuvo cinco minutos después por medio de Rubén Castro, que en una opción clara de marcar envió el balón fuera.
El primer tiempo se caracterizó por los marcajes muy estrechos a los hombres clave de cada equipo, así como a los organizadores, por lo que el juego no fue excesivamente brillante ni continuado.
Ambos conjuntos demostraron respetarse bastante jugando con las defensas muy adelantadas en ambos casos.
En la segunda parte el Zaragoza salió decidido a por el partido y dominó al Huesca, llegando con mucha facilidad al área contraria y obligando a su rival a replegarse.
Sin embargo, éste llegó con peligro en algunos momentos, sobre todo por medio de Rubén Castro, que fue el jugador más incisivo de los oscenses.
En el inicio del segundo periodo el Zaragoza mandó un balón al larguero, por medio de Gabi, y logró el que sería el tanto del triunfo, obra de Ander Herrera en una jugada personal.
Pudo haber sentenciado el equipo visitante con una falta lanzada por Alberto Zapater que dio en el larguero y que pareció botar dentro, aunque el árbitro asistente no lo consideró así.
El Zaragoza, a raíz del gol cedió espacio en el campo para jugar a la contra y el Huesca pasó a dominar para intentar igualar la contienda, llegando a tener una clara ocasión por medio de Rubén Castro en el minuto 82 que el canario envió fuera.
Cuando parecía que la expulsión de Edu Roldán cerca del final iba a suponer la sentencia del partido, los locales arriesgaron y aún tuvieron una oportunidad, de nuevo de Rubén Castro (min.89), que se encargó de conjurar Toni Doblas.
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AS