El Levante continúa albergando aspiraciones de ascenso al derrotar a domicilio al Albacete con un solitario gol de Miquel Robusté marcado en el minuto 45 de la primera parte.
Luis García, el técnico del Levante, había advertido durante la semana de que aún tenían opciones de ascenso y que éstas pasaban por ganar en el Carlos Belmonte, y con esa filosofía se plantó sobre la hierba del estadio albaceteño. Una actitud mandona que le hizo ser dueño del balón prácticamente durante toda la primera parte.
La posesión, al menos en la primera media hora, fue abrumadora. Posesión sí, pero ocasiones pocas. Varios saques de esquina y poco más. Pero el Albacete hizo mucho menos. Desbordado por la actitud y consistencia del centro del campo valenciano, tiró por primera vez entre los tres palos al cuarto de hora de partido.
El Levante consiguió el gol que al final sería definitivo para el el triunfo en el último minuto de la primera parte. Un saque de esquina fenomenalmente botado por Rubén Suárez fue tocado en el área por Robusté de cabeza batiendo a Jonathan.
Algunos jugadores pidieron falta sobre el meta albaceteño, pero el colegiado Hevia Obras no lo estimó y el tanto subió al marcador.
En la segunda parte el Levante cambió su discurso futbolístico para dejar el balón en píes del Albacete y tratar de sentenciar el partido al contragolpe, algo que no sucedería.
Pocas ocasiones tuvo el Albacete en este segundo tiempo para haber empatado el partido. Tal vez, la más clara estuvo a píes de Mainz, que no llegó a impactar el balón con toda la portería vacía.
En definitiva, victoria de un Levante que fue mejor que el Albacete, que deberá esperar alguna semana más para alcanzar de manera matemática la permanencia. Lo mismo sucede con el Levante, que continúa apurando sus opciones matemáticas de alcanzar los puestos de ascenso.
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AS