El Manchester United inició su senda hacia Roma producto de su inteligencia. Apretó en la puesta de largo de la obra de Old Trafford cuando tuvo que hacerlo, suficiente para acabar con las semifinales de no ser por Almunia. El guardameta español se convirtió en un gigante en la meta de los 'gunners' para mantener con vida al Arsenal, que perdió sus señas de identidad en el 'Teatro de los Sueños'. El cerrojo de los de Wenger sólo lo abrió O'Shea. Almunia se quedó solo ante el peligro.
El Arsenal defendió de forma pésima un córner y originó la ventaja con la que el United irá al Emirates. Carrick recogió el cuero tras el saque de Anderson, apuró hasta línea de fondo y sacó un servicio a un lugar terrible para el Arsenal. O'Shea, libre de marca, fusiló al cañón de Wenger. Almunia ya había hecho demasiado.
El portero español salvó tres goles cantados que mantienen con vida al Arsenal
El portero español fue el único 'gunner' despierto a las primeras de cambio. Con sus compañeros atormentados e impresionados ante la furia de los 'red devils', los guantes del navarro tuvieron trabajo extra. A los 2' ya tuvo que sacar una mano prodigiosa a un cabezazo de Rooney con parábola que sólo tenía una dirección final posible, las redes. Almunia se rebeló contra el destino.
Arrolló el Manchester en la primera media hora. Sus planes y su dirección siempre se desarrollan con inteligencia. Carrick y Fletcher, cerca de Anderson, se convirtieron en los dueños del partido. En ataque, los recursos múltiples de Rooney fueron una pesadilla para el Arsenal. En la izquierda, en la derecha, el '9' sabe adaptarse a las exigencias del guión para ofrecer una visión con la que cuenta el Campeón. El incansable Tévez y Cristiano afilaron las uñas.
El partido sólo tenía un camino y lo encontró en el 17' de encuentro a la salida del comentado córner. La zaga del Arsenal, con parches, pagó la novatada a balón parado. Almunia fue el que mandó el encuentro a la esquina segundos antes con la parada de la noche. Tévez, en el área chica, se topó con un muro insalvable que saltó O'Shea después de atarle las manos el conjunto de Wenger a su portero.
El ManU siempre decidió mejor su camino. Rooney y sus recursos fueron una pesadilla para los 'gunners'
El Arsenal necesitó un rescate que nunca le correspondió. Cesc, jugando por detrás de Adebayor, no encontró su sitio. Con Song y Diaby guardándole las espaldas, el comandante Fábregas se vio obligado a recular para verle la cara al encuentro. No fue suficiente. El United, intenso hasta la extenuación, siguió contando con opciones de poner tierra de por medio.
No fue la noche de Cristiano Ronaldo, que no sonrió ni en la banda ni después cuando se colocó de '9' con la marcha de Tévez. Almunia se cruzó en su camino en el primer asalto y el larguero, ya en la segunda parte, escupió un trallazo desde la media luna especialidad de la casa. La madera se alió con el salvador del Arsenal.
Una leyenda adaptada
El Manchester United retrocedió cuando tuvo que hacerlo tras el descanso, apostando por las embestidas de su trío de diablos a la contra. El Arsenal tuvo más el balón, indispensable para su sonrisa; pero, las puertas las cerró una defensa sublime. Ferguson dio entrada a Berbatov y Giggs pensando en los espacios. El galés, que cumplió 800 partidos con una camiseta que lleva impregnada en el cuerpo, fue una solución. Su adaptación al paso del tiempo es digna de admirar.
En menos de una semana el Emirates conocerá el primer billete para la final de Roma. Los cañones de Wenger que dirige Cesc todavía tienen dinamita. Le pueden dar las gracias a Manuel Almunia.
Fuente: Marca