Sacó bandera blanca el Getafe desde el pitido inicial de Turienzo y se encerró atrás, demasiado atrás, desde el primer soplido del lobo. Fue un disparo a bocajarro de Henry que sacó milagrosamente San Vladimir Stojkovic, el portero de Antic, un gigante barbudo que se creció y que evitó media docena de goles ya en el primer tiempo. Estuvo inmenso el serbio, se manejó con un fútbol colosal el Barça y menguó un Geta asustado, empequeñecido, rácano, muy mal ayer en un Coliseum que aguantó un aguacero, el climatológico, y un chaparrón, el de la exhibición de un líder que pudo matar al Geta con una goleada de escándalo. Y mal Turienzo, que enfadó a los azulgrana en dos derribos en el área no señalados y un gol anulado a Messi.
Vaya por delante que Guardiola no menospreció a su modesto adversario y aplicó una máxima, esa de que "el fútbol es un juego basado en emoción e inteligencia. Cualquiera puede ser inteligente, el truco es no pensar que el otro es estúpido". Lo dijo un día Mourinho, que no es santo de mi devoción pero que aquí lo bordó. No, no fue el Barça un equipo estúpido ni soberbio porque la imagen que transmite su entrenador se ve que no va por ahí, así que salió al campo con todo, incluido Messi. Guardiola lanzó dos mensajes en la misma botella: nosotros no miramos esta vez por encima del hombro al Geta y aquí salimos como si fuera el Bernabéu. Faltaba la respuesta de Víctor, el héroe de aquel Pep recogepelotas de años atrás en el Camp Nou, y fue desacertada, timorata.
Sorprendió el técnico aragonés con una carta marcada, la de Contra en el carril derecho por delante del lateral Cortés y en lugar de un Granero que no ha acabado de encontrarse cómodo durante toda la temporada en ese perfil, cierto, pero al que ayer sí se echó de menos porque el Geta no vio la pelota en todo el primer tiempo, ni la olió. Se agrupó para presionar en una franja de 30 ó 40 metros, pero la cavó Víctor con pico y pala, muy atrás, junto a la trinchera del héroe azulón Stojkovic.
Se trataba de cerrar espacios y presionar a la exquisita media nacional del Barça, Xavi-Busquets-Iniesta, el eje de un equipo con Valdés, Puyol, Piqué y Messi, ¡siete canteranos! El Geta falleció en el intento, muerte súbita, certificado de defunción que fue retrasando lo que pudo el portero en un duelo espectacular que le ganó a Henry hasta una (ese remate en el 4'), dos (con los pies en un mano a mano en el 17'), y tres veces (otro disparo en el 27'). Y también rechazó un testarazo de Piqué (25') y una parábola de Messi a la escuadra (44').
No pudo evitar el santo serbio el gol de Messi cuando se revolvió en el área dejando en el suelo a Cata, a Mario y a Cortés, y hasta hubo dos lances polémicos con posible agarrón en el área de Mario a Etoo y un derribo del propio Mario a Messi. El Barça se apoderó de la pelota, se plantó en Getafe como en el patio del colegio y se divirtió haciendo rondos. Un espectáculo ante un Getafe patético.
Faltó sentenciar.
Había aplicado Guardiola una suerte de subasta de rotaciones inversa: allí donde otros cambian su once pensando que si las cosas se tuercen hay tiempo para reaccionar en el segundo tiempo y menos cansancio para el 'siguiente partido decisivo', él prefiere que empiecen tocando (tic-tac, tic-tac), que se marquen diferencias en el juego y a ser posible en el marcador. Faltó sentenciar.
Rectificó Víctor tras el descanso y metió a Granero por Contra, bajó algo el pistón el Barça y el duelo entró en una apariencia de equilibrio, sólo fachada. Al menos el fuerte dejó de abusar del pequeño, aunque pudo aumentar su cuenta con un gol legal anulado a Messi, en un tiro al palo de Etoo y en un par de acciones de Iniesta. La réplica azulona llegó en dos arreones de Soldado en el área y en un par de tiritos de Manu y Gavilán, esparadrapo, tiritas para ocultar las heridas.
Quede para el final que Guardiola al que no rota en este tramo decisivo es a Messi, que corrió y jugó y que acabó muy cansado... Pero más fresco que un Geta que se retiró agotado de correr tras el balón, harto de perseguir sombras.
El detalle. Valdés jugó su partido 300
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