El Málaga también apunta a la Champions. Ése es el tren que cogieron anoche los de Tapia con su triunfo en El Madrigal ante un rival directo. Un Villarreal al que le está pasando factura el esfuerzo en la Champions. Perdió la semana pasada en Almería, con la ida ante el Arsenal en el horizonte, y volvió a caer ayer, mermado por las bajas, por el cansancio acumulado tras el derroche ante los gunners y porque la mente estaba también en el partido que les espera el miércoles en el Emirates Stadium.
El problema para el Submarino es que está dando vida a sus rivales en la pelea por el cuarto puesto. El Valencia puede pasarles hoy en la tabla y el Málaga ya se ha puesto a sólo dos puntos. Todo eso gracias a una primera mitad brillante y una segunda más gris, pero igual de efectiva. De la mano de Duda y con Apoño al mando, todo parece mucho más fácil.
Desde el primer minuto quedó claro que el libreto de Pellegrini y el de Antonio Tapia tienen muchos elementos en común. Y la máxima que ambos transmiten a los suyos es la de buscar el balón, tenerlo, mimarlo y utilizarlo siempre para atacar. Con ese planteamiento, olía a partido de los buenos. Y así fue desde el inicio. Tras unos minutos de tanteo, los dos equipos se pusieron a la faena. El Submarino se centraba en nutrir de balones a Nihat y Rossi, pero los dos confirmaron en la primera mitad que, ahora mismo, tienen el punto de mira desviado. Y entonces llegó el golpe de los de Tapia. Nació en las botas de Apoño, que se inventó un pase en largo a Duda. El portugués la 'pinchó', sentó a Gonzalo y superó a Diego López. Golazo.
Lástima que, en el paso por los vestuarios, el Málaga se dejara su descaro y apuesta ofensiva. Se olvidó del balón y se esforzó en conservar su botín. Cierto es también que el Villarreal puso una marcha más. Pellegrini sacó todo su arsenal y las ocasiones empezaron a acumularse, pero sin acierto.
Senna, baja. Fue Rossi el que más y mejores las tuvo, pero el italiano confirmó que no era su noche. Por si fuera poco, Senna dejó a los suyos con uno menos por lesión en los isquiotibiales (se perderá el partido ante el Arsenal de Champions) y, ya con uno más, el Málaga puso la puntilla con un gol de Eliseu en su única ocasión del segundo acto.
El Madrigal, con la peor entrada de la temporada
Apenas cuatro días después del extraordinario ambiente que se vivió contra el Arsenal en Champions, el Villarreal se encontró ayer con un Madrigal prácticamente vacío. No se llegó ni a los 10.000 espectadores, en la peor entrada de lo que llevamos de temporada. Y es que las vacaciones de Semana Santa, las bajas temperaturas y el horario del encuentro echaron para atrás a los seguidores amarillos, que encima tuvieron que sufrir la derrota de los suyos.
El detalle: Goitia, por fin puerta a cero
El Málaga rompió anoche algunos 'gafes' que le perseguían. El primero, volver a dejar su portería a cero, algo que no ocurría desde el pasado 18 de enero, ante el Espanyol. Además, firmó su primer triunfo en sábado. Hasta ahora acumulaba un empate y cuatro derrotas.
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