El pelotón australiano mostró su dolor por la muerte del campeón del mundo en pista Jobie Dajka, fallecido ayer a los 27 años en su domicilio de Adelaida sin que se conozcan aún las circunstancias de su muerte, si bien la Policía descartó ayer que se produjeran hechos sospechosos.
Sobre el velódromo, Dajka conquistó la medalla de oro en ''keirin'' en 2002 en el Campeonato del Mundo de 2002, celebrado en Dinamarca, además de firmar un notable ''doblete'' de plata en los de 2003, con sendas preseas en ''keirin'' y ''sprint''.
Sin embargo, un año más tarde, el ''aussie'' fue expulsado del equipo nacional que representó a Australia en los Juegos Olímpicos de Atenas, después de ser culpado de manchar la reputación del mundo del ciclismo y el deporte al ser vinculado por un supuesto caso de dopaje.
"El ciclismo entero está muy impactado y entristecido, nadie quiere ver como una persona joven se despide de la vida de esta forma, todo el mundo esperaba que volviera a brillar como corredor", comentó tras conocer la noticia el director ejecutivo de la Federación Australiana de ciclismo, Graham Fredericks, en una rueda de prensa.
"Aunque su final en el deporte fue un tanto conflictivo, esperamos que Jobie sea recordado por sus logros como uno de los mejores ''sprinters'' australianos de la última década", prosiguió relatando que "Jobie tuvo peleas sobre la bicicleta y ganó muchas de ellas, pero esa otra batalla nunca la pudo solventar", concluyó.
En este sentido, fue vetado de la expedición ''aussie'' al demostrarse en investigaciones posteriores más amplias que el corredor se inyectó vitaminas. No fue la única expulsión para Dajka que, a pesar de ser readmitido en la selección en 2005, fue de nuevo sancionado con doce meses de inhabilitación por golpear a su último entrenador, Martin Barras. Por último, en 2006, afrontó un cuadro de depresión, que terminó por frustrar su carrera deportiva.
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