El deporte español no tendrá ministerio propio, como había prometido José Luis Rodríguez Zapatero, pero "pasará a depender directamente del presidente del Gobierno", según dijo ayer a mediodía en La Moncloa el jefe del Ejecutivo, al anunciar la remodelación de su gabinete. "He entendido que es la manera más útil y más eficaz de poner en un primer plano el apoyo al deporte español, donde cosechamos éxitos, y sobre todo a la candidatura española a los Juegos Olímpicos", añadió el presidente.
Rodríguez Zapatero valoró que "es más útil que la secretaría de Estado dependa directamente de presidencia de Gobierno" y anunció: "Puedo confirmar que mi intención es ratificar al anterior secretario de Estado", en alusión a Jaime Lissavetzky, que ocupa el cargo desde que el Partido Socialista ganó las elecciones en 2004.
Hasta ahora, la política deportiva estaba adscrita al Ministerio de Educación, Política Social y Deportes, que tenía por titular a Mercedes Cabrera, relevada ayer de sus funciones.
Satisfacción.
"Esta es una buena noticia. Supone el reconocimiento al papel que está jugando el deporte en nuestros días y demuestra la importancia que el presidente del Gobierno da al deporte", dijo ayer Lissavetzky a este periódico. El presidente del CSD se mostró "muy satisfecho" de haber sido confirmado en el cargo y expresó su confianza en que "esto sirva para fortalecer el sistema deportivo y para poner en primer plano la política del deporte, porque no es lo mismo depender de Presidencia del Gobierno que de un ministerio".
España sigue modelos ya existentes. En Italia hay una subsecretaría de Estado que depende del primer ministro. En Portugal, una secretaría de Juventud y Deporte, adscrita al ministerio de la Presidencia. En China, el deporte depende del Consejo de Estado, entidad colegiada que encabeza el presidente del gobierno.
Zapatero anunció el 26 de noviembre en La Moncloa que el deporte tendría rango ministerial. Lo hizo durante la recepción ofrecida al equipo español que ganó la Copa Davis, respondiendo a una petición hecha allí mismo por Emilio Sánchez Vicario, entonces capitán de la Selección.
La promesa fue muy bien acogida por los diferentes estamentos del deporte español, desde el Comité Olímpico a la candidatura de Madrid para los Juegos de 2016, pasando por federaciones nacionales y diversos deportistas de élite.
La única disidencia seria la protagonizó el Partido Popular. Lo recordó ayer Francisco Antonio González, portavoz de Deportes de esta formación política en el Congreso de los Diputados.
Sensatez.
"Discrepamos sobre la creación del ministerio anunciado en su día por Zapatero. El PP ha aportado sensatez al presidente, que ha aplicado nuestro programa electoral de 2008, donde se creaba la secretaría de Estado para el Deporte, pero adscrita a la Presidencia. Dije que el mejor ministro de deportes sería el presidente del Gobierno. Lo demostró Tony Blair con motivo de la candidatura a los Juegos de 2012, que ganó Londres. Espero que Zapatero haga lo propio con Madrid 2016". González alabó el trabajo realizado por Jaime Lissavetzky, al que calificó de "buen secretario de Estado" y cree que la nueva situación "le fortalecerá internacionalmente".
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