Luis León Sánchez conservó liderato de la Vuelta al País Vasco sin demasiados problemas. El murciano fue quinto en la segunda etapa, un trazado de los denominados de transición, que fue al zurrón del ruso Yuri Trofimov, y afrontará hoy la decisiva jornada de Arrate vestido de amarillo gracias al puntómetro.
Contador, Samuel, Cunego, Schleck y Evans se mantuvieron alerta en una jornada que pudo ser peligrosa por el viento, pero sin asomar demasiado la nariz ni malgastar balas. La munición de los gallos de la carrera está intacta para la gran batalla que se espera en el extraordinario paisaje montañoso que rodea Eibar.
Los últimos 45 km del viaje reservan cuatro puertos, dos de segunda y uno de primera que se sube en dos ocasiones: Ixua el alto, que tras 3 km de llano desde su cima, da acceso al Santuario de Arrate. Una montaña con rampas de hasta un 15% en su tramo final que inevitablemente tiene que hacer daño. Quizás no sea determinante en términos absolutos, porque el sábado espera una contrarreloj de 24 km en Zalla. Pero a buen seguro que tras la batalla en Arrate se cobrará víctimas y dejará muy reducido el número de aspirantes al triunfo final.
Triunfo ruso.
Cuatro cazadores de gloria protagonizaron el tránsito entre Ataun y Villatuerta. Trofimov, Mollema, Taramae y el granadino Manuel Vázquez saltaron del pelotón en el km 30 y abrieron brecha con el consentimiento del grupo. El Caisse d'Epargne, más por obligación moral, se colocó en cabeza sin marcar nunca un ritmo de caza. Nadie más colaboró y el cuarteto se seleccionó de manera natural. Trofimov, ganador de una etapa en Dauphiné el pasado año, demostró ser el más fuerte
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