La leyenda y figura del ex entrenador Dean Smith volvió a estar presente en otro momento histórico para los Tar Heels de Carolina del Norte al lograr su quinto título nacional del baloncesto universitario estadounidense, esta vez de la mano de Roy Williams, su discípulo predilecto.
Esta vez se cumplieron todos los pronósticos con una actuación excepcional de los Tar Heels, que no dieron ninguna opción a los Spartans de Michigan State, quienes a pesar de jugar en su propio estado, cayeron derrotados por 89-72 ante un rival que fue superior en todos los aspectos del juego.
La estrategia de Williams, con una defensa asfixiante, un movimiento constante de balón, no dio ningún opción a sus rivales cuando intentaron reaccionar. Además, el ataque de saque rápido, dirigido por el base Ty Lawson, fue demoledor con una efectividad del 45,9 por ciento en los tiros de campo y el 41,7 (5-12) de triples.
Su rival, el también brillante entrenador Tom Izzo, esta vez no hizo el "milagro", su motivación y el saber mover el banquillo a tiempo no fueron suficientes para ganar un partido al que llegaron ya como perdedores. La presencia del base Ty Lawson, que tanto recuerda con su juego a Michael Jordan, fue decisiva para que los Tar Heels completasen el mejor partido del torneo de la NCAA.
Jordan elegido hoy, lunes, al Salón de la Fama, después que en 1982 ganó el segundo título nacional para los Tar Heels, había recordado por la mañana, que sin su paso por Carolina del Norte y la presencia de Smith en su carrera nunca hubiese llegado a ser la figura estelar de la NBA.
Ahora con Williams, tanto Lawson, como los aleros Tyler Hansbrough y Wayne Ellington, nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) del la gran final, y el escolta Danny Green, tienen ya todos los fundamentos para presentarse en el próximo sorteo universitario de la NBA.
Gracias a ellos, y después de la eliminación sorpresa que sufrieron el año pasado en las semifinales de la Final Four, los Tar Heels, en su noveno partido por el título, lograron el quinto de su historia y se establecieron de nuevo como el mejor programa del baloncesto universitario estadounidense en la primera década del Siglo XXI.
Lawson con 21 puntos, ocho recuperaciones de balón, seis asistencias y cuatro rebotes fue el líder indiscutible en el ataque de los Tar Heels, que también tuvieron el apoyo del alero Tyler Hansbrough con 18 tantos y siete balones capturados bajo los aros.
Pero los 19 tantos (7 de 12 tiros de campo, incluidos 3-3 triples, y 2-2 desde la línea de personal), fueron los que permitieron a los Tar Heels irse al descanso con un parcial ganador de 55-34. El marcador permitió a los Tar Heels batir la marca de 42 años de tener la mayor diferencia en un descanso del partido por el título de la Final Four.
El equipo de Carolina del Norte también completaba los dos partidos de la Final Four con una diferencia de más de 10 puntos en el marcador, algo que no sucedía desde que los Blue Devils de Duke lo consiguieron en el 2001. "He dirigido a un grupo de jóvenes excepcionales, que han asimilado las dificultades y las lesiones como nadie, por lo que me siento orgullos de ser su entrenador", declaró Williams, emocionado. "También va la dedicación del triunfo para mi gran maestro Dean, es para ti".
Mientras que los jugadores de los Tar Heels dijeron que en una jornada histórica con Jordan en la ciudad y en el campo después de haber conseguido ser elegido al Salón de la Fama su mejor homenaje era ganar un nuevo título de campeones nacionales. "Es un sueño increíble que hayamos podido ser los mejores de todos y hacerlo en un ambiente como el que se ha vivido en el Ford Field, ante un gran rival", declaró Ellington. "Ser además elegido como el Mejor Jugador de la Final Four es difícil de asimilar en estos momentos".
El equipo de Carolina del Norte, que disputaba su noveno partido por el título nacional, había ganado el último en el 2005, el primero bajo la dirección de Williams, mientras que los Spartans buscaban el tercero de su historia después de conseguirlo en 1979, con Magic Johnson, y en el 2000.
Izzo, que logró el gran sueño de jugar una Final Four en su estado natal de Michigan, no pudo hacer que fallasen los pronósticos que el mismo había adelantado cuando dijo que si los Tar Heels jugaban su mejor baloncesto serían los campeones.
"Eso fue lo que sucedió, no hay nada más que decir, son los merecidos campeones, jugaron un gran baloncesto y nunca nos dieron opción a conseguir la victoria", declaró Izzo. "Lo que hemos logrado ha sido histórico y estoy muy orgulloso por unos jóvenes que lo han dado todo en el campo".
El pívot Goran Suton volvió a ser el mejor de los Spartans con un doble-doble de 17 puntos, 11 rebotes y dos tapones, mientras que el base Kalin Lucas llegó a los 14 tantos para repartir siete asistencias. Sin embargo, las 21 perdidas de balón de los Spartans, por sólo siete de los Tar Heels, iban a pesar como una losa en el rendimiento del equipo de Michigan State.
A pesar del gran apoyo que recibieron por parte de los 72.922 espectadores, que llenaron el Ford Field de Detroit, nueva marca en la historia de la NCAA, al final no pudieron con el espíritu y la leyenda de la marea azul, que vuelve a reinar en el baloncesto universitario de Estados Unidos.
- Spoiler:
as