No estamos en mayo. Apunta abril, nada más. Pero este España-Turquía del Bernabéu parece el gran aperitivo de la Feria de San Isidro, la juerga madrileña por excelencia. Un calentar motores para entonces, la gente en la calle y juntándose feliz porque anuncian fiesta desde las diez de la noche y hay muchas ganas de pasarlo bien con algo... España, la Roja digo, es eso una excelente excusa para abrazar al vecino y gritar juntos aquello de ¡qué grandes somos!
La Roja es fiesta, sí. Del fútbol, que es una de las cosas que más nos gustan y nos unen. Por lo bien que juega y porque este equipo de grandes pequeños reforzado por algún altote es de todos. Los 80.000 paisanos que llenarán el estadio del Madrid añorarán a Iniesta y Puyol, confiarán en la magia de Xavi y cada corte bravo de Piqué será jaleado sin fisuras. Muchos de los que les aplaudirán no serán culés precisamente... Pero es que hoy, y ayer, y mañana, y siempre hasta que se retiren sentirán todos que son "de los nuestros".
Como Xabi Alonso, que llegó desde Liverpool. Como toda esa tropa de procedencia valenciana que es medio equipo del equipo: Albiol, Capdevila, Senna, Cazorla y Villa. En casa se sentirán Iker Casillas y Sergio Ramos. Y algo, Del Bosque, que vuelve seis años después a la que fue su casa de siempre y de la que le desalojaron fatalmente. Iker, por cierto, superará a Fernando Hierro con 90 partidos internacionales. Ya sólo tendrá por delante a Raúl (102) y Zubizarreta (126). Que los supere es cuestión de tiempo. Que ya dice Del Bosque que este grupo va a batir récords personales y colectivos a chorro. Villa si marca hoy un gol igualará los 26 de Butragueño, disparado hacia los 44 de Raúl. El que más motiva al equipo es ampliar su racha de partidos sin perder, que se prolonga desde el 15 de noviembre de 2006. Pero el partido se las trae, me parece. 'El turco' se siente eso, muy turco cuando se pone su camiseta nacional y es capaz de jugar bien al fútbol. Estamos, sin duda, ante el partido más serio de los disputados por España en este grupo de clasificación.
Frenar a Xavi.
Turquía es, en efecto, la valla más alta que España debe saltar camino al Mundial de Suráfrica de 2010. Sin duda que la Roja es favorita en el partido de esta noche, pero hará bien en no confiarse. Anuncia Fatih Terim, su seleccionador, llamado el 'Imperator' un 4-4-2 con Nihat en punta junto Senturk, y el bético Mehmet Aurelio remando en el medio campo y muy atento a lo que consideran será la clave del partido: frenar a Xavi, que ausente Iniesta tiene la obligación inexcusable de hacer honor al galardón de mejor jugador que recibió tras la conquista de la Eurocopa.
Y mientras que entre los nuestros todo buen humor, 'el turco' tiene problemas. "Mis jugadores (sobre todo los de Fenerbahçe y Galatasaray) viven unos traumas increíbles por los malos resultados de sus equipos, y les estamos curando aquí. Esto, más que una selección es un centro de rehabilitación de futbolistas", dijo Terim. España cerró ya el pequeño hospital de campaña que fue cuando se concentró el martes en Madrid: todos los averiados sanaron de golpe porque sus dolencias no eran importantes y porque la Roja resucita a un muerto.
Cazorla.
El entrenamiento de ayer apuntó a Cazorla como el probable sustituto de Iniesta en un centro del campo que le tendrá a él a un lado, al otro a Xavi y por el centro a Senna y Xabi Alonso. Arriba. Torres y Villa, que de eso no hay más que hablar. Silva sigue renqueante, llegó con un parte médico del Valencia desaconsejando su presencia en el partido de hoy y todo indica que no jugará. Incluso podría suceder que ni se vistiera.
Terim nos conoce y afirma que lo peor de España es "su defensa". También la suya ausente su Puyol, el enorme Servet. Puyitas antes de la fiesta que teñirá el Bernabéu de rojo y gualda. Si España gana podrá empezar a reservar hotel en Suráfrica. Y lo lógico es que gane y gane bien. Gustándose. En la fiesta de Madrid y de toda España.
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Fuente:As