David Campese no era un tipo con don de gentes. De hecho, era arisco. En cierta ocasión advirtió: "Soy amateur, pero no duden que llegaré a ser el primer millonario del mundo de rugby en no más de cinco años". Lo cierto es que Campo, como se le conocía en el rugby, no tuvo tiempo para cumplirlo. Colgó las botas un par de años después.
Hoy Jonny Wilkinson está en disposición de cumplir la máxima de Campese con una sola firma. En su día Wilko advirtió: "Me gustaría probar en Francia. Es otro estilo de juego, otra filosofía de vida". La hora de abandonar Kingston Park y sus Newcastle Falcons, ha llegado tras doce temporadas. El apertura se encuentra en la recta final de la recuperación de una lesión de ligamentos en su rodilla que le ha impedido jugar el VI Naciones y acudir a la gira de los British Lions por Suráfrica este verano.
Prioridad. Los contactos entre Phil, su padre y representante, y los clubes galos se han multiplicado. El primero en mostrar interés fue el presidente del Toulon, Mourad Boudjellal, el Abramovich del rugby. El magnate hizo saltar la banca al ofrecer un millón de libras (1,080.000 euros) al año. Barrera nunca traspasada por el rugby, deporte profesional desde 1995. El contrato más caro lo había firmado recientemente el apertura neozelandés Dan Carter, que cobró 700.000 euros por seis meses en el USAP Perpignan francés. Lamentablemente Carter se lesionó a los dos meses de estancia y se recupera ahora en Nueva Zelanda. Pero a Wilkinson no le preocupa el dinero: "Mi prioridad es otra, otro desafío". Lo confirma Boudjellal: "La oferta está ahí, pero quiere jugar la Heineken Cup (Copa de Europa) y USAP y Bayona están ahí". Ante este panorama Toulon ya ha fichado al argentino Felipe Contepomi. Ambos clubes tienen opciones de jugar la competición, pero el 10 de los Falcons tendría una ficha inferior. También le pretende el Racing Metro. Parece que, por ahora, Wilko no inaugurará el club del millón de euros.
Fuente:As